La grasa se considera como el conductor del sabor en muchas cocinas alrededor del mundo. Hablar de la presencia de un elemento graso siempre es tema de discusión; sin embargo, la clave está en utilizarlo inteligentemente. Actualmente, están disponibles un sinfín de opciones; y es aquí donde la manteca de cerdo busca mantenerse vigente.
Aunque ha sido desplazada por aceites o mantequillas, vale la pena destacar las propiedades que presume. A continuación, te contamos sobre el origen, características y usos de un ingrediente tan histórico como la manteca de cerdo.
Por: Desiree Perea
¿La manteca de cerdo es mala?
Encontrarse con este ingrediente siempre causa incertidumbre. Por el simple hecho de obtenerse del cerdo, las personas deciden elegir aceites vegetales o simplemente, prescindir de las grasas. Sin embargo, esto no tiene por qué seguir pasando. La manteca de cerdo se obtiene de la grasa del cerdo purificada. Es posible encontrarse con distintas calidades, esto depende de la zona de donde se extrae la grasa:
- Riñón: Se considera la de mayor calidad, presume una textura fina. Usualmente se aprovecha en la repostería.
- Lomo: Buena calidad, ideal para para freír, saltear y cocinar en general.
- Vientre: Sabor y aroma intensos, se aprovecha en guisado o platillos de perfil robusto.

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Responder a esta presunta es fácil: No, la manteca de cerdo no es mala. Esto es una sorpresa para muchos. Lo primero que debes saber es que está compuesta principalmente por grasa monoinsaturada, el mismo tipo de grasa saludable que se encuentra en el aceite de oliva y los aguacates.
Es una fuente importante de vitamina D y aquellas mantecas de mayor calidad pueden contener menos grasas saturadas que la propia mantequilla. Para la cocina salada, la manteca de cerdo es un gran aliado, la clave está es utilizarla en pequeñas cantidades.
Así puedes aprovechar este elemento graso
Agregar la manteca de cerdo a la despensa en casa es una decisión inteligente. Olvídate de la mala reputación que tiene este ingrediente; gracias a que se incluye una cantidad pequeña en cada receta, puede ayudarte a ahorrar dinero de manera importante. En primer lugar, vale la pena destacar que es una excelente opción para freír debido a su alto punto de humo.
¿Qué quiere decir esto? Fácil, puede soportar altas temperaturas sin quemarse ni producir compuestos dañinos. Puedes saltear vegetales, preparar chicharrón o antojitos caseros. Otra opción también es utilizarla para sazonar guisados o sopas. De hecho, es un ingrediente básico para preparar frijoles charros o refritos.

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De igual forma, permite darle profundidad a las salsas caseras. Al momento de tatemar los jitomates y chiles frescos, es posible añadir un poco de manteca de cerdo. También es posible sofreír la salsa una vez que está perfectamente licuada.
Por último, algunas personas se han arriesgado a aprovecharla también en la repostería. Aquellas mantecas de gran calidad no presentan sabor ni aroma alguno, por lo que es un sustituto perfecto de la mantequilla. Al tener una textura suave y cremosa, se puede incorporar fácilmente a distintas mezclas o masas.
Olvidarnos de la manteca de cerdo simplemente no es opción. Este ingrediente histórico tiene mucho que ofrecer y vale la pena destacar sus propiedades. Para muchos, la profundidad de un plato se logra gracias a este elemento graso, así que no podemos dejar que pase desapercibido.