La categoría de bebidas ha evolucionado a pasos agigantados en los últimos años. Dentro de ella, se conocen dos términos que a menudo, son utilizados como iguales: mixología y coctelería, pero no son lo mismo. Aunque comparten ciertas características, es importante reconocer estas disciplinas desde la perspectiva individual. Ambas han recorrido un largo camino para hoy, poder presumir una gran reputación a nivel mundial.
Por: Desiree Perea
Características que definen a la mixología
Este término es relativamente nuevo y desde que se presentó, no ha dejado de crecer y evolucionar. La mixología se define a grandes rasgos como la ciencia detrás de la mezcla. Se centra en la investigación, la experimentación y la innovación. El auge de esta disciplina se dió en la década de los 90 y principios de los 2000. Fue el momento en que los bartenders decidieron ir más allá de las recetas clásicas.
Podríamos decir que este es el punto donde se encuentra la diferencia entre la mixología y la coctelería. La creatividad aquí lo es todo, la barra pasa de ser un espacio de preparación a un auténtico laboratorio de experimentación.

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Con el paso del tiempo, se tiene acceso a nuevas herramientas que permiten lograr resultados impresionantes. Desde la implementación de espumas, geles y emulaciones, hasta tecnología de precisión como el nitrógeno líquido. La mixología no busca seguir recetas, sino crear nuevas para ofrecer una experiencia sensorial completa.
Clásicos que no pasan de moda, así es la coctelería
Lo primero que debemos tener claro es que, el largo camino que ha recorrido la coctelería hoy coloca a esta disciplina como un verdadero arte. Aquí, el bartender se encarga de servir una bebida armoniosa donde se pueden encontrar notas de todos los sabores: dulce, ácido, amargo, salado y umami. Se centra en la ejecución técnica, la proporción y la presentación limpia de los ingredientes.
La edad de oro de la coctelería ocurrió entre 1860 y 1920; fue aquí donde fuimos testigos de creaciones que dejaron sin palabras, como el Old Fashioned, el Martini, el Daiquiri o el Manhattan. Asimismo, es importante reconocer que el término cocktail lo comparten entre Estados Unidos y Reino Unido.

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Con el paso del tiempo, esta disciplina se expandió por el mundo y se ayudó mucho de ingredientes locales. En la coctelería se busca precisión, consistencia y estética. Para lograrlo, existen 5 técnicas pilares:
- Shaking (agitado): Combinar ingredientes de diferentes densidades y enfriar la bebida rápidamente.
- Stirring (mezclado): Ideal para cócteles transparentes o delicados.
- Muddling (macerar): Se utiliza para extraer aceites y aromas de frutas o hierbas frescas.
- Building (directo en vaso)
- Layering (por capas): Para cócteles visualmente atractivos que separan los ingredientes según su densidad.
A diferencia de la mixología, aquí la creatividad tiene menor importancia, mientras que la ejecución lo es todo. El rol del bartender va mucho más allá de el entrenamiento o la habilidad motriz, se han convertido en maestros que mantienen el legado vivo.
Mientras la coctelería representa la tradición, la técnica y el equilibrio, la mixología tiene a la experimentación, la ciencia y la búsqueda de nuevas emociones como sus grandes pilares. Ambas disciplinas son complementarias y no cualquiera logra presumir su dominio perfecto. Son años de aprendizaje y el resultado es un universo líquido en evolución, donde cada trago cuenta una historia.
