España es un país tan rico y diverso en zonas vinícolas, que no hoy acabaríamos de hablarte de ellas. El chef Mikel Alonso, junto con bodegas Torres, lo sabe y es por eso que nos llevaron a un recorrido donde no sólo aprendimos de algunas Denominaciones de Origen españolas, sino que además nos enseñó a maridarlas. Quédate con nosotros en este viaje de sabores y olores.
Por: Adi Zeitelberger
Una travesía de aromas, sabores y saberes
Dentro de las instalaciones del restaurante LUR se ofreció un recorrido para conocer distintas Denominaciones de Origen de España. Esto, para comprender mejor que el vino no solo es aquella copa que tomamos, sino que detrás de ellas hay historia, arte, misticismo y, por supuesto, un rico ensamble que lo une a platillos únicos en forma de maridaje.
Foto cortesía de bodega Torres.
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Rías Baixas y Rioja Alavesa
El chef Mikel Alonso, junto con el sommelier Jonathan Reyes, nos llevaron de la mano en este viaje. Empezaron por las tierras –llenas de leyendas– de Galicia, en donde en honor a las brujas “que habitan la zona” probamos un vino blanco de uva Albariño, proveniente de la denominación de origen Rias Baixas y llamado Pazo Das Bruxas.
La salinidad del Albariño se lleva muy bien con elementos de mar. Es por ello que el chf Alonso armonizó este vino con un bocadillo de jaiba al gratín y con un crujiente de tartar de tomate riñón con salmón encurtido en cítricos.
Foto cortesía de bodega Torres.
El viaje siguió y probamos un vino de uva Tempranillo proveniente de Rioja Alavesa del viñedo La Carbonera, llamado Las Pisadas. Este tinto se acompañó de unas croquetas de jamón ibérico y una marquesita de queso estilo Yucatán con róbalo ahumado al pirul. Lo que resultó fue un rico contraste en texturas.
Foto cortesía de bodega Torres.
Ribera del Duero y Priorat
Nuestro recorrido llegó a Ribera del Duero, de donde probamos un tinto fino llamado Celeste, de la varietal Tempranillo. Este vino mantiene unas suaves características tánicas y frutales, es por ello que Alonso nos enseñó a maridarlo con un buñuelo de short rib estofado con polvo de café de olla y una mini empanada de chamorro braseado con mole de Actopan, Hidalgo. Dicha unión entre el Tempranillo y los bocadillos dio como resultado una explosión de sabores complejos e interesantes.
Foto cortesía de bodega Torres.
El viaje llegó a la provincia de Tarragona, la cual es reconocida con la máxima calidad de Denominación de Origen Priorat. Aquí probamos Salmos, un vino de varietales Cariñena, Garnacha y Syrah.
En está ocasión el maridaje entre vino y comida fue un pastelito de hongos con ternera estofada y arándanos con crema de zanahoria e hinojo, así como un pambazo de chorizo negro con quelites. Así se destacaron las enérgicas del vino Salmos, con lo refinado del chorizo negro del pambazo, los hongos y la ternera del pastelito.
Foto cortesía de bodega Torres.
Broche de oro: Costers del Segre
Nuestro destino final fue Costers del Segre, donde probamos un tinto llamado Purgatori. Este vino es un ensamble de Cariñena, Garnacha y Syrah, lleno de sabor y con cuerpo aterciopelado. El chef Mikel Alonso decidió que la mejor manera de maridar este vino fue con una mini hamburguesa de carne wagyu con mostaza de frutos rojos y cremoso manchego. También llegó a la mesa una brocheta de rib eye al pastor con piña asada y cilantro. Este maridaje resultó ser una apuesta muy acertada, ya que los sabores de la cepas se vieron favorecidos de una manera deliciosa.
Foto cortesía de bodega Torres.
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Sin duda, probar las diferentes Denominaciones de Origen y encontrar estos contrastes de sabores que se unen a aromas complejos dio como resultado una armonización en boca. Esto nos invita a pensar en la gran importancia que los alimentos y vinos tienen en una buena mesa.
Hoy te invitamos a destapar esa botella que tanto te gusta y pensar con qué platillos puede maridar.
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