La comida mexicana se caracteriza por ser sustanciosa. Existen diferentes platillos que nacieron gracias a necesidades específicas, más allá de su función de crear nuevos sabores. Los frijoles charros son un ejemplo de ello, un platillo creado en las zonas rurales y que hoy en día son una completa delicia que se ha aprendido de generación en generación.
Por: Desiree Perea
Una comida completa para los charros
El origen de esta receta mexicana tiene varios años, específicamente en la época colonia. En las zonas rurales del norte del país, los charros eran los encargados de cuidar los cultivos y el ganado para mantener esta industria a flote. Así que pasaban una gran parte del tiempo bajo el sol y en lugares donde no tenían a su alcance otros ingredientes y mucho menos la posibilidad de buscarlos.
Sin duda es bien conocido que los frijoles son de las legumbres más poderosas para la alimentación humana. Son una gran fuente de proteína, además de vitaminas y minerales como hierro, calcio, fósforo, ácido fólico, entre otros. De esta manera, los charros se las ingeniaron para crear una receta que hoy conocemos como frijoles charros.
La clave de este platillo está en los ingredientes que lo componen, que si bien crean un juego de sabores perfecto, lo que los llevó a ser una receta ganadora, es que es un plato completo, en pocas palabras, llenador. Tiene los ingredientes necesarios para satisfacer a las personas que tenían una jornada larga de trabajo. También cuenta con la parte grasa y proteica para dar energía necesaria.
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Versiones de los frijoles charros
En primer lugar, debes saber que la receta original de frijoles charros es un plato caldoso con frijoles negros o bayos, salchicha, jitomate y tocino. El tipo de frijol depende mucho de la región en donde se preparen. Por ejemplo, en el estado de Coahuila utilizan bayos o flor de mayor y agregan un poco de picante con chile serrano fresco picado y el toque fresco con cilantro.
Asimismo, al sur puedes encontrar una variedad conocida como frijoles con puerco, utilizan frijoles negros y añaden trozos de carne de cerdo suave. Añaden epazote para darle sabor al caldillo, y como toppings incluyen rábano fresco y en algunas ocasiones aguacate. En algunos casos puede sustituirse el tocino o la salchicha por chuleta, pero es un elemento que debe balancearse ya que es muy salado.
Por otro lado, en Monterrey aprovechan otro tipo de frijol, como el canario que es de color amarillo. Además, añaden trozos de chicharrón fresco crujiente y cebolla morada en julianas. Sin importar la receta de frijoles charros que pruebes, este clásico platillo mexicano asegura una verdadera experiencia de sabor. Ya sea que elijas servirlo como entrada o como plato principal, no olvides acompañarlos con tortillas de maíz calientitas.
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