La gastronomía mexicana es rica y diversa, no solo en sus platillos, recetas o herramientas, sino también en los ingredientes que los componen. Entre los elementos que aportan un sabor único a la cocina mexicana se encuentran las hierbas. Este aliado dentro de la cocina son fundamentales para sazonar y para resaltar los sabores. Dentro de esta categoría, tres hierbas han destacado por sus usos y tradiciones: el chepil, el chepiche y la pipicha.
Aunque muchas veces estas hierbas se confunden debido a sus nombres similares y su origen en la región sureste de México, cada una tiene características distintivas que vale la pena conocer. En esta nota te presentamos las diferencias que identifican al chepil, el chepiche y la pipicha. Cada una es un hierbas única que complementa a la perfección distintas recetas.
Por: Desiree Perea
1. Chepiche
El chepiche, es una importante hierba tradicional de la cocina mexicana, específicamente dentro de los estados de Oaxaca, Tlaxcala, Puebla y hasta Guerrero. A diferencia del chepil, el chepiche pertenece a la familia de las amarantáceas y es conocido por su fuerte aroma y sabor intenso. Es una planta de tallo erguido que puede alcanzar hasta un metro de altura. Sus hojas son dentadas y de un verde oscuro, mientras que sus flores son pequeñas y de color morado.
Es rico en hierro, calcio y vitaminas A y C. Tradicionalmente, se ha utilizado para tratar problemas digestivos y como un diurético natural. Enfocándonos en sus usos en la cocina, esta hierba es ampliamente utilizada en la cocina tradicional, puede ser cocinada o fresca. La primer versión se prefiere para dar sabor a guisados, frijoles de la olla y sopas.
Como ocurre con todas las hierbas aromáticas frescas, es necesario lavarlas y desinfectarlas antes de comerlas. De esta manera es posible consumirlas de manera segura, funcionan como elemento fresco en tacos, tlayudas u otros antojitos mexicanos clásicos.
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2. Chepil
Se trata de una planta perenne que pertenece a la familia de las leguminosas y se aprecia por sus hojas tiernas, que se utilizan como condimento. Crece de manera silvestre en arbustos abundantes. La mejor temporada para encontrar el chepil es en los meses de lluvia.
El chepil se reconoce a simple vista por sus hojas pequeñas y alargadas de un tono verde intenso. Su sabor es delicado, con un toque herbáceo que recuerda ligeramente a la espinaca, aunque con un matiz más terroso. Esta hierba es rica en vitaminas y minerales, lo que la convierte en un ingrediente nutritivo además de delicioso.
3. Pipicha
Finalmente, la pipicha, es una hierba aromática originaria de las regiones montañosas de México. También se encuentra como ingrediente común en la cocina de Guerrero, Oaxaca y Puebla. Es una planta que puede alcanzar hasta 50 centímetros de altura, con hojas alargadas y delgadas que desprenden un aroma fresco y ligeramente cítrico, similar al del cilantro, pero con un toque más fuerte.
Esta planta pertenece a la familia de las asteráceas y se prefiere tanto por su sabor como por sus propiedades medicinales. La pipicha se utiliza principalmente para aromatizar caldos y salsas. Además, se emplea para condimentar tacos, ensaladas y diversos guisos, aportando un sabor único que resalta los demás ingredientes del platillo.
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El protagonismo de las hierbas comestibles en la cocina mexicana
Cada región de México tiene sus propias hierbas características que son fundamentales para su identidad culinaria. Estos elementos no solo aportan sabor, sino que también reflejan la biodiversidad y la historia de cada región. Las hierbas han sido parte de la cocina mexicana desde tiempos prehispánicos. Las culturas antiguas ya utilizaban una gran variedad de hierbas no solo para cocinar, sino también con fines medicinales y rituales.
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Las hierbas no han dejado de jugar un papel fundamental dentro de la tradición culinaria de nuestro país. Cada una tiene su propio efecto en la creación de los sabores únicos que definen la gastronomía mexicana. Al comprender la importancia de estas hierbas, podemos acceder a nuevas y diversas opciones que se selección en función a su aroma, así como sabor para dar vida a las recetas mexicanas.
