La respuesta simple y segura es no, no son lo mismo. Estos dos moluscos se disfrutan mucho en estas fechas, pero son completamente diferentes. Si bien pertenecen ambos cuentan con una protección dura, tienen sabores y aplicaciones diferentes en la cocina. Aunque eso sí, las ostras y las almejas comparten valor nutricional. Incluirlas en la dieta aporta minerales importantes como el potasio, yodo, fósforo y calcio.
Ambas pueden disfrutarse de una forma similar, pero en caso de que requieras una específica, aquí puedes conocer lo básico para diferenciarlas. No es nada difícil y de esta manera podrás reconocerlas al instante para prepararlas en casa durante esta temporada de cuaresma.
Por: Desiree Perea
Ostras
Comenzando por las ostras, la forma y color son los primeros elementos que las hacen diferentes. El caparazón es irregular, alargado y con una textura rugosa. Dentro de la gastronomía no suele recomendarse su consumo en épocas de calor, pero siempre que se mantengan en un lugar frío, comerlas directo del caparazón es todo un manjar. Asimismo la carne se incluye en la preparación de la paella.
Para poder abrirlas, es necesario un cuchillo delgado que permita separar ambas partes del caparazón. Como tip, siempre utiliza un trapo en la base para evitar que se muevan y otro trapo para proteger la mano. También es importante que estén frías, jamás dejarlas fuera o en un lugar cálido, pues estas condiciones ayudan a que se generen bacterias. Las ostras se sirven comúnmente sobre una cama de hielo, para ayudar a contrarrestar la temperatura del ambiente.
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Almejas
Ahora, en cuanto a las almejas, la forma del caparazón es circular completamente, sin picos. Asimismo, la textura del mismo es lisa y brillante. Esta especie puede encontrarse en cuerpos de agua salada y dulce. Las que se encuentran en nuestro país tienen un color y medida específico. Algunas alcanzan los 10 centímetros, y el cascarón es color café oscuro. Su función dentro del mar es muy importante, pues ayudan a limpiar el agua y se alimentan principalmente de plancton y algas.
Este producto suele consumirse cocido, es un gran elemento para realzar en sabor en sopas y caldos. También puedes optar por sacar la carne y asarla, o simplemente añadir limón o una vinagreta para comerlas crudas. Este molusco cuenta con más de 10 mil especies, en México una de las más populares es la almeja chocolata.
Por último, debes tener presente que son al ser productos frescos, el proceso de lavado y limpieza previo debe ser riguroso. Utilizar un cepillo pequeño es una herramienta que funciona a la perfección para limpiar bien cada espacio. También debes considerar desechar aquellas ostras o almejas que estén rotas, si es que vas a consumirlas sin ninguna cocción previa, pues ya están contaminadas. Una vez limpias es posible guardarlas en el refrigerador, asegurándose que no queden húmedas.
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