El zeppole es un postre italiano que ha ganado popularidad más allá de las fronteras de su país de origen. Con su textura ligera y esponjosa, este pan dulce es a menudo comparado con las donas, pero tiene su propia identidad y tradición. En esta nota, exploraremos la historia, las variaciones y las razones por las que esta delicia crujiente es un imperdible al visitar uno de los destinos gastronómicos más importantes de Europa.
Por: Desiree Perea
Imposible resistirse a un buen zeppole
Los zeppole tienen sus raíces en Italia, donde se han preparado durante siglos. El nombre completo de este icono de la repostería napolitana es ‘zeppole di san Giuseppe’. Se asocian comúnmente con la celebración del Día del Padre; además de que son un bocadillo dulce imperdible en carnavales locales. El zeppole se caracteriza por su simplicidad en los ingredientes, que se combinan para crear un postre ligero y delicioso.
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Sin embargo, dicha simplicidad conlleva una gran responsabilidad; sobretodo en cuanto al dominio de técnica, tanto para la masa como en el proceso de cocción. La masa de choux es la base de un buen zeppole. Este primer paso requiere de paciencia y medidas exactas para lograr el mejor resultado final. La masa debe ser suave y brillante, con una consistencia semi-espesa para poder colocarla en una manga pastelera.
Por otro lado, el zeppole italiano clásico se rellena sí o sí de crema pastelera. El equilibrio de este postre se por completo en presentar una pieza crujiente por fuera; pero suave y húmedo por dentro. Tanto la masa como el relleno deben fusionarse, sin opacarse entre sí.
Finalmente, la fritura profunda es la forma tradicional de cocinar un buen zeppole. Asegúrate de que el aceite esté a la temperatura correcta para evitar que la masa absorba en exceso y queden grasosos. Asimismo, fríe los zeppole en pequeñas cantidades para asegurar que se cocinen de manera uniforme.
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¿Versión horneada o frita?
Aunque el zeppole tradicional es exquisito por sí mismo, hay varias variaciones que también vale la pena explorar. Por ejemplo, actualmente se ha popularizado la versión horneada, que resulta mucho más ligera para algunos paladares. Aunque existe cierta controversia entre ambas, la realidad es que al final, todo dependen de gustos personales. Así que vale la pena darle la oportunidad a cada una para poder elegir una favorita.
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También vale la pena destacar que este postre ha evolucionado en cuanto al relleno. Dentro de la repostería contemporánea, ahora encontramos opciones rellenas con mermelada de frutas, crema montada y hasta cremas de distintas galletas o chocolates.
Así, el zeppole se ha convertido en una delicia icónica dentro de la cocina italiana; que no solo deleita con su sabor, sino que también evoca tradiciones y celebraciones. Con una textura ligera, su delicioso relleno y su presentación encantadora, los zeppole son un digno embajador de la riqueza culinaria que presume Italia.