El New York cheesecake es un postre clásico que se caracteriza por su textura cremosa y su sabor intenso a queso. Aunque puede parecer difícil de preparar, en realidad es una receta bastante sencilla si se siguen algunos consejos básicos para su confección. En esta ocasión, la chef Bianca Castro Cerio nos contó sobre puntos específicos en los que debes poner atención al prepararlo.
Por: Desiree Perea
¿Cómo reconocer un auténtico New York cheesecake?
Los postres cremosos son una verdadera experiencia para los amantes de lo dulce. Aunque el sabor del queso es ligeramente salado, es posible añadir un toque dulce para convertirlo en un gran cierre para una comida o cena. En el caso del New York cheesecake, podemos encontrar una preparación con una base crujiente con una capa gruesa cremosa.
Para poder identificarlo con tal denominación, el New York cheesecake de contar con una base de galleta crujiente. Esta se encarga de contener la mezcla de queso que conforma este postre. Además, requiere del horno para su cocción. Este postre se consume fresco y puede añadirse un toque frutal con alguna mermelada o simplemente fruta fresca.
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1. Elige un buen queso
Esta es sin duda la parte más importante cuando se trata de preparar un buen New York cheesecake. No se tiene como limitante elegir un solo queso. De hecho, es posible elegir entre una gran variedad de quesos frescos.
En entrevista con la chef repostera chef Bianca Castro Cerio, quien es oriunda de Mexicali, Baja California, ella nos hizo especial énfasis en elegir buenos quesos. Estos ayudan con la firmeza final del este postre. Incluso es posible evitar aquellos con un gran porcentaje de agua, pues así se evita utilizar algún elemento gelificante.
2. Temperatura y proceso de batido para un buen relleno
Por otro lado, para incorporar los quesos elegidos, es necesario utilizarlos cuando hayan logrado una textura más suave. Para ello, la chef Bianca hace la recomendación de dejarlos fuera de refrigeración mínimo dos horas antes de utilizarlos. Así se obtiene una mezcla suave y sin grumos. Además, ayuda a que la batidora eléctrica pueda trabajar sin forzarse debido a la firmeza de los quesos.
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3. Base crujiente
El New York cheesecake clásico no elimina la base crujiente. Esta es la parte que aporta en gran medida al juego de texturas. Y más allá de la textura, es el elemento encargado de sostener el relleno cremoso. Es por ello que debe prepararse una especie de masa compacta que logra mayor fuerza después de hornearse.
Los ingredientes básicos son galletas de mantequilla trituradas finamente, mantequilla derretida y azúcar. Todo se incorpora y se coloca en la base del molde. Con ayuda de un vaso, se comprime para lograr una capa gruesa en la parte inferior.
4. Nota ácida
Por otro lado, el New York cheesecake tiene como característica un toque ácido ligero. Este puede obtenerse añadiendo un poco de jugo de limón o bien, la chef Bianca opta por la crema ácida. Esto también ayuda para lograr una mezcla uniforme sin grumos.
Aquí es necesario poner atención al momento de incorporar el jugo de limón en específico. Pues al estar trabajando con un lácteo, la mezcla se puede cortar. Como recomendación, puedes apartar un poco de mezcla donde se incorpora el jugo de limón sin dejar de batir. Posteriormente se añade esta porción al resto de la mezcla de queso.
5. Cocción con humedad
Dentro de las variedades de postres con queso, podemos encontrar opciones frescas. Sin embargo, el New York cheesecake requiere de proceso de horneado. Aunque puede realizarse únicamente con el molde que lo contiene, la chef Bianca Castro Cerio recomienda ampliamente la técnica de baño María para lograr una capa superior uniforme y sin grietas
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6. Dominio del horno
La parte del honrado puede parecer una pesadilla al momento de preparar New York cheesecake en casa. Sin embargo, es cuestión de conocer al horno que tenemos en casa. En primer lugar, debe precalentarse por al menos 15 minutos. Si aún no reconoces a la perfección la potencia del horno, puedes seguir la recomendación de receta a seguir.
Asimismo, debes poner especial atención en el tiempo. El horno no debe abrirse hasta que se haya cumplido el mínimo de tiempo. Este factor no es igual, pues también depende de la potencia del horno. El cheesecake está listo cuando al tocar el centro con un dedo, puede percibirse firme.
7. Creatividad para acompañar
Finalmente, esta opción de postre permite un sinfín de combinaciones. Si bien es posible encontrar la versión natural. Si eres amante del dulce, puedes añadir un toque de azúcar con ayuda de las frutas. Para el New York cheesecake, una elección popular son los frutos rojos, que pueden presentarse en mermelada, compota e incluso, en almíbar. Lo mejor es aprovechar las frutas de temporada, pues el azúcar natural que contienen se aprovecha mejor.
