Todos los mexicanos amamos comer picante. En la mayoría de ocasiones suele ser el mejor acompañante de una muy buena comida. Es por ello que te queremos contar más acerca de los chiles capones, que no son tan conocidos por su nombre como muchos otros que siempre tienes en mente. Te aseguramos que te encantarán.
Por: Adi Zeitelberger
Y… ¿por qué capones?
Los chiles capones son, de manera genérica, aquellos a los que se les han quitado sus semillas y venas para volverlos menos picosos. Esta referencia se debe precisamente al término que se le da al gallo capón, al que se nombra de tal forma por haber sido emasculado para su engorda. Algunos de los chiles que comúnmente se utilizan de esta manera son los jalapeños, así como los poblanos.
Diversidad de chiles capones
Si de chiles capones hablamos, es necesario mencionar que existen diversas versiones para el mismo término. Por ejemplo, en Puebla se desvenan los chiles poblanos y se rellenan con queso de cabra del mismo estado, mientras que en Guerrero se preparan con chile cuaresmeño relleno de queso fresco y cebolla encurtida.
Esta última preparación resulta ser el acompañamiento perfecto del pozole guerrerense que tanto nos fascina. En la zona metropolitana, en épocas de cuaresma, se acostumbra preparar jalapeños rellenos de atún o queso; a estos también se les suele llamar capones.
Aprende a prepararlos
Su elaboración realmente es muy sencilla. Depende mucho del tipo del chile, pero en esta ocasión queremos enseñarte a preparar la versión guerrerense, para que la disfrutes con un delicioso pozole.
Para ello necesitarás:
- 10 chiles jalapeños
- 500 g de queso fresco o doble crema.
- 250 g de crema de rancho
- 100 g de cebolla picada
- 1 cucharadita de vinagre
- Orégano
- Sal al gusto
Primero, los chiles se ponen a asar y se meten en una bolsa a “sudar” por unos minutos. Después se les hace una abertura en forma de “T” y con la ayuda de una cuchara quitar con cuidado las semillas. En un recipiente se ponen con agua, vinagre y sal a remojar por 10 minutos. Mezcla el queso previamente desmenuzado y la crema junto con la cebolla picada y sazona con sal y orégano. Rellena los chiles y estarán listos para disfrutar.
Esperamos que hayas disfrutado de esta receta tanto como nosotros. No olvides tu pozolito blanco o verde y, por supuesto, un buen mezcal para acompañar. Además de esta receta puedes rellenar tus chiles con lo que más te antoje y tengas a la mano. ¿A ti, con qué te gustaría rellenarlos?