Una de las creaciones italianas a la que pocos le dicen que no es la pasta. Es deliciosa, sí. Es lo más goloso que puedes elegir para cualquier momento del día, también. Pero quizá lo que más nos gusta de ella es que es tan versátil, que podríamos comer distintas formas de pasta italiana diario, sin agotarlas todas.
Pon atención, porque hoy te contaremos de 9 distintas maneras de hacerla, para que tu próximo plato de pasta sea un espectáculo digno de recordarse.
Ojo: mucha gente piensa que la pasta es difícil de hacer, pero la realidad es que no. En realidad, las pastas son una preparación relativamente sencilla. La masa con la que se pueden elaborar distintas formas incluye simplemente tres ingredientes: harina, huevo y sal. Tampoco requiere de mucho tiempo de amasado, además de que si no se tiene una máquina especial para el aplanado y cortado, basta con un rodillo y cuchillo para darle la forma deseada.
¿Listo para hacer formas de pasta italiana como chef profesional?
Por Desiree Perea
El amor por la pasta italiana
Es imposible pasar por alto esta sección cuando se va a un restaurante, y mucho menos si es uno que ofrece gastronomía de la bota itálica. Por otro lado, desde casa es posible cocinarla como una opción rápida, que además es un platillo que deja volar la creatividad.
Todo empezará cuando elijas la salsa y la proteína, luego de echar un vistazo a tu refri y a tus anaqueles con ingredientes. Después de eso, nuestra recomendación más importante es que verdaderamente te comprometas a hacer tu pasta tú mismo.
Intenta con estas formas diferentes. ¡Te vas a divertir mucho haciéndolas!
1. Rigatoni
Comenzando la lista, este clásico de sur de Roma es favorito cuando si se busca un platillo relleno sin complicaciones. Una de las características que permite identificarlo a primera vista son las líneas verticales en cada cilindro.
Tiene cierta similitud con la pasta penne, con la diferencia de que son cilindros perfectos y un poco más alargados. Esta rugosidad permite retener salsa entre los espacios, obteniendo una experiencia gastronómica completa.
Que sea hueca hace a esta forma perfecta para un relleno cremoso. Muchos suelen usar queso, aunque en algunas ocasiones es posible servirla con carne y bañando en salsa marinara. Incluso, algunos han optado por formar estructuras que van directo al horno, para servirse como un pastel salado.
2. Macaroni
Uno de los favoritos por los comensales más pequeños. Se trata de una pasta en forma de pequeños tubos curveados. El verdadero origen de esta forma es incierto, algunas historias hacen referencia que uno de los viajes de Marco Polo trajo esa pasta desde China. En otros textos atribuyen la creación a una civilización antigua que se ubicaba en la península italiana.
En Estados Unidos existe una receta más que popular, incluso en algunas ocasiones no sólo los niños disfrutan de un buen plato de macarrones con queso. Esta versión es versátil, además de ser buena opción como guarnición o entrada. Además, el queso permite que vaya la horno para añadir el toque crocante.
3. Fetuccini
Su forma auténtica son tiras menos anchas que el tagliatelle y forma parte de una amplia lista de platos en Roma y la región de Toscana. El fetuccini Alfredo es uno de los más comunes en el menú, donde a la pasta se le agrega una salsa de cremosa de mantequilla y queso parmesano. Acompañado con champiñones, pollo o camarones para el toque marítimo y con ello crear un plato completo.
Dicha receta nació de manera casera en Roma, Alfredo di Lelio fue quien llegó a esta receta, la cual fue llevada a restaurantes y pronto se volvió una elección popular de los comensales.
4. Gnocchi
Este tipo de pasta no va rellena ni tampoco es conocida por su forma delgada, pero tiene un proceso de amasado y forma específico para poder asignarle esta denominación. Además, el ingrediente principal para hacer la masa es la papa, a la cual se le agrega harina y huevo.
Los expertos y recetas hacen enfásis en evitar añadir agua a la masa, incluso desde el proceso de cocimiento de las papas. De esta manera algunos optan por hornear las papas.
Un buen gnocchi debe estar crujiente por fuera al comienzo del bocado, para comenzar a deshacerse poco a poco. En los tips de salsa, es una posible encontrarlo con toques cremosos o simplemente con salsa de tomate.
5. Farfalle
Al norte de Italia, nace esta pasta en forma de moño, o que muchos también relacionan la forma con las mariposas (de hecho, “farfalla” es el término en italiano para referirse a este insecto). Sin importar su aspecto, puede ser parte de recetas que requieren horno, pues es seguro que mantiene su forma inicial.
Juega muy bien con salsa cremosas y, en una versión ligera, también se incluye en ensaladas de pasta. De hecho, en estas preparaciones puede ir de colores verde, rosa, rojo, ¡como tú lo prefieras!
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6. Fusilli
Siguiendo con las formas de pasta italiana, un clásico en las ensaladas frescas o en sopas también es un buen integrante. La región donde se registra su origen es al sur de Italia y en un principio se hacía con espagueti enrollado en rodillos delgados, que se dejaban secar. De esta manera se obtenía una forma similar a la que conocemos actualmente.
Coloquialmente es conocida como sopa de tornillo, aunque se hace lo posible por darse a conocer con su denominación en italiano. Una de las salsas más comunes que acompañan al fusilli es pesto. Su consistencia es espesa, carece de mucho líquido y comúnmente es albahaca la hierba clásica. A esta se le añaden algunas nueces para hacerla un poco cremosa.
7. Pappardelle
Otra pasta en la lista de fideos largos, esta se hace con una masa a base de huevo. Utilizarlo como ingrediente principal hace que el sabor sea la masa tenga un sabor base, que se lleva muy bien con los ingredientes que se añaden después de su cocción.
En el centro y sur de Italia es común verla en platillos tradicionales, con recetas que se mantienen vigentes de generación en generación.
Uno de sus mejores acompañantes es la salsa con carne, como la boloñesa. Y dentro de las opciones de carne, puede optarse por puerco o res. Aunque la cremosidad no se queda fuera y para aquellos que no comen carne, una salsa de champiñones queda muy bien.
8. Ravioli
Por último, una de nuestras formas de pasta italiana favoritas. El chiste del ravioli está en su armado. Para realizarlo se coloca un rectángulo de masa delgada, sobre el cual se ponen pequeñas porciones del relleno elegido, separadas por un margen de cada lado.
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Posteriormente se cubre con otra capa de masa del mismo tamaño. De ahí con un cortador curveado, se cortan cuadrados, cuidando el tamaño de cada uno.
Es de suma importancia que el cierre sea perfecto, para evitar derrames al momento de la cocción. Algunos añaden salsas cremosas al plato, o bien se saltean poco tiempo después de la cocción principal con un poco de mantequilla y especias.