Las verduras congeladas son una forma conveniente para mantener la parte saludable durante la semana sin invertir mucho tiempo. Sólo basta con dejarlas fuera del congelador un par de horas y en minutos puedes cocinarlas por pocos minutos. No hay que cortar ni pelar nada. Sin embargo, existen varios mitos en torno a estas verduras que pueden generar confusión entre aquellos que las prefieren.
Se cree que esta versión tiene menos nutrientes que las que compramos frescas, directamente en el mercado. A continuación, te contamos sobre estos mitos, así como lo que se ha comprobado y estudiado a través de los años sobre las verduras congeladas y sus propiedades.
Por: Desiree Perea
Las verduras congeladas ganan territorio
En los últimos años los congeladores se han llenado de diferentes alimentos listos para cocinar en poco tiempo, que hacen tiempo en la cocina algo más amable. Pero existen muchas dudas sobre si utilizar las verduras congeladas bueno o no. Comenzando por el proceso de congelamiento, este método ayuda a las verduras a mantener los nutrientes durante más tiempo. De hecho, en cuando las verduras frescas son seleccionadas, comienza la pérdida de carga nutricional.
Por otro lado, las verduras congeladas mantienen su frescura y color desde que están frías hasta que llega el momento de cocinarlas. Realmente cuentan con varias ventajas e incluso se ha comprobado con estudios, frente a verduras recién recolectadas del campo que ambas son buenas para el organismo. Es importante tener en cuenta el descongelar sólo la porción a utilizar, puesto que una vez que se interrumpe el proceso y ya no es posible mantenerlos el óptimas condiciones otra vez.
Así que la respuesta final es sí, las verduras congeladas son saludables. Es momento de dejar de aportar malos comentarios y dejar atrás la mala imagen que se tiene de estos vegetales. Si para tu ritmo de vida funcionan mejor, no tienes por qué decirles que no. Además, cada vez es posible ver diferentes verduras, ya no se limitan solamente a los chícharos, zanahoria y papa.
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Considera ambas en la lista de compras
En primer lugar, si eliges comprar verduras frescas directamente en el mercado es una forma de mantener la cercanía y el conocimiento del producto con su forma original. Es una buena práctica, pues ayuda a conocer la textura y consistencia de cada verdura y así conocer el periodo de maduración en el que se encuentra. En algunas ocasiones puedes elegir productos verdes, para no utilizarlos al día siguiente. O bien, si necesitas verduras para cocinar el mismo día, se buscan las maduras.
Por otro lado, debes tomar en cuenta que, al comprar verduras congeladas, la revisión de la tabla de nutrientes es importante. En algunas ocasiones, venden productos sazonados que aquí sí pueden afectar a la carga nutricional original del vegetal. El sodio y el azúcar en exceso son malas para todo ser humano, por lo que lo ideal es elegir en la zona de congelados, aquellos productos naturales y orgánicos. Incluso en algunos casos puedes encontrar sellos que facilitan la elección.
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