De concha color negro, es el exterior resistente que protege la parte comestible. La carne tiene un color anaranjado llamativo y está llena de sabor. Es una de las especies que no pueden faltar dentro de la oferta de mariscos en restaurantes. Los mejillones forman parte fundamental de la receta clásica de la paella valenciana. Ayudando en gran parte a darle sabor al arroz, así como al agua que se utiliza para su cocción.
En cuanto a las vitaminas y minerales, el selenio está presente. Dicho mineral figura como importante para el fortalecimiento de las uñas y el cabello. La vitamina B12 es pieza importante dentro del proceso del metabolismo, además de dar energía durante el día. Pero más allá de su aportación al cuerpo humano, los mejillones pueden estar presentes en diversos platillos en todo el mundo. Cada país aprovecha los productos locales para crear recetas únicas.
Por: Desiree Perea
¿Dónde comenzó el consumo de los mejillones?
La presencia de este molusco tiene varios años de antigüedad. De hecho, se tienen registros de que en la antigua Roma fue el primer lugar donde se apreció este producto marítimo. Incluso lograron el establecimiento de criaderos en pequeñas áreas delimitadas, con el objetivo de ayudar a la reproducción. Este proceso se realiza de manera independiente, pero cuando se liberan los huevos, el proceso de incubación suele ser de 1 a 2 semanas.
Años después llegarían a manos de los españoles, dónde gracias a el chef personal del rey Felipe II, se encargó de prepararlos para él. De esta manera, se convirtió en el platillo favorito de su círculo cercano. A partir de ese momento comenzó a utilizarse de manera cotidiana en la cocina española. Con los viajes e intercambios entre naciones, los mejillones comenzaron a ganar territorio de manera positiva. Al mismo tiempo se han implementado acciones para la crianza e importancia de la pesca consciente. Todo en función de evitar el agotamiento de este ingrediente tan importante.
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3 formas de prepararlos
1. Mejillones a la marinera
La región de Galicia en España se mantiene con el mayor productor de este producto. Y esta es una de las recetas clásicas calientes en que puedes prepararlos. Es ligeramente caldoso. El proceso comienza con la limpieza profunda de los mejillones. Para obtener un poco de caldo, en una olla se colocan los mejillones completos con agua, sal y hojas de laurel, hasta que se abran por sí solas. De ahí se separan y reservan solamente las conchas donde se mantiene la carne.
Posteriormente se inicia la preparación de la salsa, añadiendo aceite y cebollas picadas en una nueva olla. Hasta que la cebolla tome un color transparente, se agrega el caldo de cocción previo, vino blanco y el puré de pimientos rojos. Finalmente se agregan los mejillones y se deja un último periodo de cocción
2. Ceviche de mejillones
La receta clásica de un ceviche es aplicable en este caso, simplemente se cambia el pescado por la carne de los mejillones. Puedes optar por colocarlos completos o cortarlos en trozos pequeños. Se hace una salsa ligera con limón, cilantro picado, cebolla en julianas y se mezcla todo muy bien en un bowl. Es necesario dejar reposar un par de minutos para que el sabor fuerte de los mejillones se fusione con el elemento cítrico.
3. Crema de mejillones
Por último, si quieres aprovechar los mejillones durante la temporada de frío, es posible incluirlos en una crema. Primero es necesario cocer los mejillones con un poco de agua para obtener todo el sabor de los caparazones. Posteriormente se cuece la carne sola para que tome una textura suave, que después irá a la licuadora.
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