Esta preparación realmente requiere de dominio desde la preparación de la masa hasta la formación y cocción del pan. El injera es una alternativa de acompañante para tus recetas saladas. Una especie de pan pita que se acerca más a la textura de una crepa. A continuación, te contamos un poco sobre su presencia e importancia en las mesas etíopes a la hora de la comida y algunos tips para prepararlo en casa.
Por: Desiree Perea
Injera, el acompañante hibrido ¿pan o tortilla?
Comenzando por la explicación de este alimento, el injera es una especie de pan muy delgado que se extiende en gran tamaño. Aunque su apariencia se asemeja a una tortilla gruesa o crepe, es considerado dentro de la categoría de pan. Es originario de Etiopía y se prepara cn un cereal nativo de la región. Conocido como teff, este cereal se descubrió entre el 4000 y 8000 a.C.
Dentro de sus propiedades encontramos que es un gran aliado para el sistema digestivo, ya que contiene un buen porcentaje de fibra. También ayuda a fortalecer los huesos y dientes por su contenido de calcio. Se considera un superalimento debido a que contiene antioxidantes, hierro y vitamina C. Incluso es preferido ya que no contiene gluten, por lo que se adapta a diferentes dietas.
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El teff es el ingrediente principal para preparar el injera. Requiere de un proceso cuidadoso de fermentación para poder conformar la masa. Este acompañante tiene diferentes usos, puede utilizarse como base para contener guisos sin mucho caldo o salsa. También es posible utilizarlo como una especie de cubierto, tal como funciona la tortilla en México.
Tradicionalmente se presenta como una crepa grande, ya sea para porciones individuales o para servir al centro. De igual manera, es posible armar pequeños rollitos para colocar en la mesa y que cada comensal tome una porción. El injera se consume únicamente con platillos salados.
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¿Cómo prepararlo en casa?
La lista de ingredientes para preparar el injera en casa realmente es corta. Sin embargo, la dificultad está al momento de integrar los ingredientes y el proceso de fermentación. Se requiere harina de teff, levadura seca, agua tibia y sal. La consistencia previa a la cocción es similar a la de los pancakes, ligeramente más liquida. Se mezcla el harina con el agua hasta obtener una mezcla suave.
La fermentación requiere una temperatura templada, así como dos o hasta tres días de reposo. El injera tiene un sabor neutro, ya que únicamente se añade sal. La regla para la cocción de cada porción es que únicamente se aplica calor de un solo lado. El lado superior se deja intacto para poder apreciar las burbujas.
El injera tiene una textura ligeramente crujiente, aunque debe contar con la capacidad de poder doblarse sin romperse. Puedes utilizar cada porción con rellenos diferentes o servirlos al centro. En caso de que existan sobrantes de mezcla, lo mejor es almacenarla en recipientes de vidrio. De igual manera busca que sean con cierre hermético para evitar que entre cualquier contaminante del exterior.
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