Si eres amante de las opciones dulces dentro de la gastronomía y ya dominas la parte de panqués o bizcochos, puedes subir de nivel. El merengue es una opción de cobertura o dulce para disfrutar de manera individual. A continuación, te contamos sobre algunos tips que te ayudarán para conocer las bondades de este poste.
Por: Desiree Perea
¿Cómo utilizar el merengue en la repostería?
Esta preparación realmente tiene lugar en diferentes recetas dulces. El merengue es una gran decoración para tartas, tanto frescas como horneadas. Tiene una capacidad de resistencia al calor, por lo que también es posible darle un color dorado a través de la técnica de flameado. Además de funcionar como elemento decorativo, los merengues por sí solos son un postre exquisito y ligero.
Es una gran alternativa para cobertura de panqués o pasteles, ya que su consistencia permite formar figuras con el ayuda de una duya. Puedes incluso separarlo en porciones para añadir colorante vegetal y así formar flores para decorar. Para integrar color al merengue, una espátula o miserable son la herramienta predilecta para no eliminar el aire interior.
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1. Utensilios secos y limpios
Para lograr la consistencia adecuada del merengue, sin importar si elijes la versión francesa o italiana, este primer paso es fundamental. El proceso de batido para integrar las claras y el azúcar el mejor utensilio es la batidora, utilizando específicamente la herramienta de globo.
A través de estos elementos es posible integrar aire en la mezcla con el objetivo de que aumente su tamaño. Si estas descubriendo este postre, puede que no salga a la primera, así que si inicias un nuevo merengue, después de lavar el bowl, no puede quedar ni una sola parte húmeda.
2. Verificar temperatura
Por otro lado, al utilizar un elemento crudo como las claras de huevo, la alteración de temperatura es un factor que se debe vigilar. Al preparar merengue, la regulación de calor influye en el sabor. El sabor de las claras cocidas se puede notar desde el primer momento en el paladar. Estas notas se vuelven desagradables, puesto que es una receta que sí o sí es dulce. Si se utiliza la técnica de baño maría o almíbar, tu mejor ayudante es un termómetro.
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3. Técnica de batido
Finalmente, existen diferentes tipos de merengue que se conocen dentro del mundo de la repostería. Por ejemplo, el merengue italiano se prepara con un almíbar de azúcar, el cual debe estar en la temperatura justa para evitar que comience el proceso de cocción en las claras. Asimismo, debes considerar el orden de integración de los elementos para evitar que la textura del merengue se afecte. Si buscas hornear pequeñas porciones, este postre es delicado por lo que la temperatura del horno no debe pasar los 70 grados centígrados.
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