Un clásico dentro de la gastronomía americana, específicamente de la zona sur, que no tiene mayor ciencia pero que resulta delicioso en extremo. El peach cobbler es un postre que ha conquistado paladares alrededor del mundo. Su crujiente corteza dorada, su relleno dulce y jugoso de duraznos, además de su aroma irresistible, lo convierten en un clásico irresistible. En esta nota te contamos sobre el atinado nacimiento de un postre perfecto para compartir en casa. ¿Lo mejor? No necesitas de grandes habilidades en repostería para replicarlo.
Por: Desiree Perea
Zapatos y postres unidos por el peach cobbler
En primer lugar, debes saber que el origen de este platillo pelea su origen entre Europa y Estados Unidos. Sin embargo, actualmente es reconocido por muchos como un postre americano exclusivo. El peach cobbler se considera parte importante de la cocina tradicional sureña. Esto gracias a que los duraznos son abundantes en esta zona y se utilizan en diversas recetas.
La traducción literal de la palabra ‘cobbler’ es zapatero. Por lo que causa gran curiosidad para aquellos que prueban por primera vez este postre. Se utilizo esta palabra para denominar al postre debido a que la preparación sigue el proceso similar de dicha profesión. Anteriormente, cuando los zapateros no tenían material y herramientas especificas de manera inmediata, utilizaban lo que sea que tuvieran enfrente para hacer reparaciones.
Te podría interesar: 5 restaurantes con menú secretos que debes probar en Estados Unidos
De esta forma, el peach cobbler tuvo origen en los hogares de migrantes europeos que llegaban a Estados Unidos. Donde a partir de los restantes de la cosecha de duraznos, prepararon una especie de budín crujiente con restantes de masa y mantequilla derretida. De esta forma, este postre no tiene una forma u orden especifico. Todo se coloca en un recipiente de vidrio y va directo al horno.
El resultado es una verdadera delicia que se mantiene vigente en la cocina americana actual. El peach cobbler prefiere duraznos maduros, pues son los que aportan mayor jugo y dulzor a la preparación. Actualmente, suele acompañarse con un poco de crema batida o mejor aún, una bola de helado cremoso de vainilla.
Te podría interesar: Rollo de Guayaba, una delicia tradicional de Talpa, Jalisco
¿Cómo prepararlo en casa?
Una de las ventajas de este postre es que su preparación es realmente fácil. El peach cobbler es un postre que sí o sí se hornea, para lograr una textura crujiente por fuera, pero suave y jugos por dentro. Los duraznos pueden utilizarse con piel o sin piel, depende por completo de gustos personales. Una vez cortados se debe preparar una especie de compota con azúcar.
Te podría interesar desde Dónde Ir: Deportes que llenan los estadios en Estados Unidos: NFL, NBA y más
Esta mezcla se agrega al recipiente con mantequilla derretida previamente. Debe alternarse la mezcla de duraznos con la masa. Puedes optar por cortarla en cubos pequeños o formar bolitas para agregar dentro del recipiente. También puedes añadir un poco de galletas de vainilla molidas para añadir un toque más crujiente.
El peach cobbler es un postre clásico americano que combina sabor, tradición y sencillez. Con su crujiente corteza, su relleno dulce y jugoso de duraznos y su aroma irresistible, seguro se convertirá en una preparación recurrente en casa. Perfecto para preparar en compañía de la familia.