Sólo con verlas, estas tartas pueden parecer algo simple; sin embargo, lograr el sabor y textura adecuados puede convertirse en un proceso largo. Como bocadillos o para compartir al centro, el pastel de Belém se mantienen como un opción favorita para el cierre dulce de una cena. La pastelería requiere de mucha atención al detalle, y esta receta portuguesa no es la excepción. A continuación, te contamos sobre los elementos que pueden arruinar o llevar al éxito a este postre.
Por: Desiree Perea
Imposible resistirse al pastel de Belém
La historia de esta delicia horneada comienza en el barrio de Belém, en Portugal. En el siglo 19, los monjes del Monasterio de los Jerónimos elaboraban bocadillos dulces con yemas de huevo y azúcar, una práctica común en los conventos de la época. Aunque actualmente el pastel de Belém se caracteriza por el uso de dichos ingredientes, es difícil conocer la receta original pues se mantiene dentro de un grupo selecto de pasteleros del país.
De hecho, tras la disolución de los monasterios, los monjes compartieron su receta secreta con una pequeña pastelería local. Aquí, no tardaron en aprender la receta para así comenzar a venderlos al público. Sin embargo, estos pastelitos con relleno cremoso hoy son uno de los pilares dentro de la cocina dulce portuguesa. Pero no tienen porque quedarse así, puedes servirlos en casa una vez dominando la receta.
1. Hojaldre fino, crujiente y perfectamente laminado
La base de este postre debe ser crujiente y lo suficientemente firme para contener el relleno sin deformarse. El hojaldre es la opción favorita para replicar el pastel de Belém, no es muy seco y tiene una buena capacidad para contener el relleno. Al incluir una crema espesa, el hojaldre no tiene mayor problema al desmoldarse y mantener su forma una vez que sale del horno.
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También es posible utilizar masa quebrada como alternativa. Sin embargo, toma en cuenta que esto hará que sean un poco más secos. Sin importar cual sea la elección, debes asegurarte de que la masa quede perfecta, pues una vez que se hornea requiere de características como:
- Mantener una textura crujiente, pero sin volverse completamente dura.
- Grosor no mayor a 3mm, así el protagonista es el relleno cremoso.
2. Relleno cremoso, perfumado y terso
Por otro lado, una vez listo el hojaldre, el siguiente paso fundamental es la crema para el relleno. La lista de ingredientes es corta, únicamente se requiere de: huevo, azúcar y un poco de leche. Aquí algunas recetas incluyen ingredientes para darle un sabor diferente, se pueden añadir al gusto: canela, nuez moscada o vainilla.
En este paso, la paciencia lo es todo. ¿La razón? El relleno requiere de varios procesos, a diferentes temperaturas, con periodos de reposo entre sí. La preparación comienza el proceso para infusionar la leche. Debe calentarse sin que llegue a hervir y añadir las especias al gusto, posteriormente se deja enfriar y se pasa por un colador para eliminar todos los sólidos.
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Posteriormente, se agrega un poco de harina para ayudar a espesar la mezcla; aquí también es el momento de añadir azúcar según el nivel de dulzor que se busque. Todo el proceso requiere de movimiento constante para evitar que se pegue en el fondo y se queme, además también evitas que se formen grumos.
Finalmente, las yemas deben incorporarse una vez que la mezcla está tibia, para evitar que se cocinen y arruinen el sabor del relleno. Deben agregarse poco a poco, sin dejar de batir hasta lograr una mezcla homogénea. En cuanto esté listo, se rellenan los moldes cubiertos con masa y se llevan a hornear. Es común añadir un poco de azúcar en la parte superior hacia el final del horneado, para lograr una buena capa caramelizada.
El pastel de Belém es un legado histórico y gastronómico que ha perdurado gracias a su autenticidad, calidad y tradición. Los detalles detrás de este postre son un claro ejemplo de que la repostería es una disciplina que se perfecciona a través de pruebas y errores. Si estás en busca de una nueva propuesta de postre para servir en casa, estos pequeños bocadillos no pueden faltar en tu próxima reunión. Ahora que conoces a la perfección sus ingredientes, no dudes en poner manos a la obra.
