La cocina francesa es famosa por su sofisticación y su exquisito uso de ingredientes simples para crear platos deliciosos. Más allá de la riqueza que representa este país en gastronomía dulce, la panadería salada es digna de reconocer. Gracias a estas aportaciones nacieron dos de sus sándwiches más icónicos: el croque monsieur y el croque madame.
Por: Desiree Perea
Aunque a primera vista pueden parecer similares, cada uno tiene características únicas que los distinguen. En este nota te contamos sobre la anatomía de estos dos clásicos de la gastronomía francesa. Tanto el croque monsieur como el croque madame se han convertido en opciones favoritas que pueden cambiar para bien tu forma de comenzar el día.
¿Cómo se prepara el croque madame auténtico?
Podemos comenzar mencionando que esta es la versión más pesada de ambos sándwiches. Para la hora del desayuno es una buena elección, sobretodo si buscas un plato sustancioso con una buena porción de proteína. Se prepara un emparedado sencillo con dos rebanadas de pan de caja, estas se encargaran de contener todo el relleno.
El croque madame nace a partir del croque monsieur, donde los ingredientes que destacan son jamón, queso y salsa bechamel. Podríamos decir que este ultimo ingrediente es el sustituto de la mayonesa que se encuentra tradicionalmente en otros sándwiches. También es una preparación que podemos agradecerle a los franceses.
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El croque madame se construye primero hidratando la cara inferior de las rebanadas de pan, posteriormente se colocan las rebanadas de jamón. Se coloca la rebanada restante sobre el jamón (con la parte de la salsa bechamel hacia el interior), y se termina con queso rallado para gratinar en la parte superior. El elemento sorpresa aquí es el huevo, que puede cocinarse frito o pochado; se coloca una vez que el queso se ha fundido.
Elementos que no se pueden pasar por alto ambos sándwiches
Tanto el croque madame como el croque monsieur son preparaciones que sí o sí se sirven calientes. Vale la pena aplicar temperatura para que el pan logre un color dorado y atractivo a la vista. Además, al tostarlo permite que el juego de texturas se vuelva una experiencia realmente interesante. Existen dos formas de lograr este paso:
- Dorar el pan directamente sobre el sartén con un poco de mantequilla, posteriormente aplicar calor sobre el queso para que este se funda.
- Untar un poco de mantequilla sobre el pan, después agregar en queso para llevar al horno hasta observar que el queso se gratine.
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La versión que se presentó primero
El croque monsieur apareció por primera vez en los menús de los cafés parisinos alrededor de 1910. Este sándwich se convirtió rápidamente en un favorito por su simplicidad y sabor. A diferencia del croque madame, algunos consideran al croque monsieur una alternativa ligera que también puede tener lugar en la hora de la cena. Esto gracias a que únicamente se termina con queso fundido en la parte superior del pan, no se incluye huevo u otro elemento.
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No hay mayor ciencia detrás de ambos sándwiches, por lo que es fácil replicarlos en casa. Asimismo, es posible añadir tu toque personal. Por ejemplo, puedes elegir otro tipo de jamón o añadir carnes frías como salami o notas ahumadas con jamón serrano. No te recomendamos añadir vegetales frescos, al tratarse de un sándwich caliente, el calor puede arruinar la textura y sabor de los mismos.
El croque monsieur y el croque madame son dos deliciosos ejemplos de cómo la cocina francesa puede transformar ingredientes simples en platos extraordinarios. Ya sea que prefieras la versión más sencilla o la rica adición de huevo frito, ambos sándwiches ofrecen una experiencia culinaria única que vale la pena probar.
