“De pequeños todos nos sorprendemos con cosas sencillas, las gotas de lluvia el viento en nuestras mejillas o un simple helado de chocolate. Ya de adulto muy pocas cosas crean esa sensación en nosotros”. Es por eso que Le Petit Chef pasa de ser solo un videomapping a toda una experiencia sensorial.
Por Fernanda Hernández @ferhernandez_v
La cita para nuestra esperada cena fue a las ocho de la noche, de entrada nos recibieron con una copa de vino mientras buscábamos a nuestros conocidos en la sala. Ya antes había visto videos sobre la experiencia llevada a cabo en Francia y Bélgica –me emocionaba bastante ver las travesuras del pequeño chef–.
Foto: Le Petit Chef México
Después de casi una hora el esperado momento llegó, pasamos a las mesas en grupos de cuatro personas, en la mesa aguardaba un enorme libro con hojas en blanco. Antes de comenzar la experiencia nos dieron la indicación de poner los celulares en silencio, pedir las bebidas con antelación y acomodar nuestras cosas para evitar tropiezos.
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El menú creado por el afamado chef Aquiles Chávez, Aguardaba detrás del telón mientras comenzaba nuestra travesía con el pequeño mini chef en agua turbulentas. Croquetas de arroz con trufa, terrina de pato y ratatouille, llegaron a la mesa en un pequeño cofre pirata.
Foto: Le Petit Chef México
El menú de ocho tiempos es bastante largo, podría redactar toda la historia y seguro los aburriría, así que detallare lo más sobresaliente de la noche.
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Cada videomapping está basado en los viajes de Marco Polo, desde china hasta el Himalaya, cada escenario trataba de jugar con los sentidos.
Uno de los mejores tiempos fue el de India, aquí el mini chef te llevaba de la mano por el mundo de las especias, con aroma a café, cardamomo, curry y pimienta. Durante el recorrido trataba de probar todo, hasta un enorme pistache que nunca pudo abrir.
Foto: Le Petit Chef México
A la mesa llegó una enorme caja que me recordó “la pelicula Aladino”, –el reto era abrirla–. Ya pasada la osadía descubrimos una hookah miniatura, granos de café, pistaches y nuestros platillos: un kibbeh con jocoque. Hablemos un poco de la comida, los sabores son equilibrados y la mayoria de ellos estan perfectamente planeados.
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Para finalizar la experiencia el pequeño chef nos preparó su postre estrella “crème brûlée”, directamente en la mesa a través del videomapping.
Detalles para tener en cuenta: La experiencia dura más de tres horas, hay muchos tiempos muertos y debes estar atento en pedir tus bebidas con antelación.
Dónde: Durango 359 Roma Norte
Duración: Viernes y sábados del 7 de junio al 14 de julio
Para más información visita: lepetitchefmexico.com
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