El arte de crear vinos se toma seriamente en diferentes partes del mundo. Chile se ha posicionado como uno de los países líder en cuanto a producción. Con una gran variedad de etiquetas, así como viñedos a lo largo de todo el país. En esta nota, te contamos sobre una experiencia que abre sus puertas a locales y extranjeros. Para adentrarte en el fascinante mundo del vino. Donde puedes conocer desde los tipos de uvas hasta ver materializada una creación propia.
Por Melanie Beard.
Las primeras tierras destinadas al proceso de creación de vinos
En 1883, Don Melchor Concha y Toro plantó las primeras vides viníferas, procedentes de la afamada región de Burdeos, Francia. A los pies de la cordillera de los Andes, en Pirque, ubicado a sólo 27 kilómetros de Santiago. Donde al mismo tiempo que se construyó la emblemática Casona de Pirque. Así como las bodegas de vinificación y guarda de la época.
Cien años más tarde, Eduardo Guilisasti Tagle, presidente en aquel entonces de Viña Concha y Toro, insta a su hijo Rafael y al enólogo de la época, Goetz Von Gersdorff a visitar en Burdeos, Francia. El reconocido maestro francés Emile Peynaud, se encargó de presentarle los Cabernet Sauvignon. Procedentes del viñedo de Puente Alto. Ubicado en la ribera norte del río Maipo, a cuatro kilómetros de la tradicional Casona de Pirque. Peynaud supo conocer de inmediato la excelencia de los vinos provenientes de este territorio.
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Y sugirió que fuese el connotado asesor bordelés Jacques Boissenot, el encargado de liderar este proyecto. Tomó forma bajo el nombre del fundador de la viña, Don Melchor. La primera cosecha fue la de 1987. Don Melchor es considerado el primer vino ícono de la industria chilena. Reconocido como un verdadero referente entre los vinos de alta gama en el mundo. Las maravillosas experiencias que vivimos en su histórica Casona son el hito del mundo del enoturismo.
El espléndido sol del verano chileno, ilumina los infinitamente bellos jardines de Viñas Concha y Toro. Aquí es donde se alza majestuosa la casona histórica del siglo XIX. En este mágico escenario me dejé llevar por la magia de una de las experiencias vinícolas más originales y codiciadas del planeta: Don Melchor Winemaking Experience.
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Detalles que hacen única a esta experiencia
Don Melchor Winemaking Experience es una vivencia que permite sumergirse en el mágico mundo de la enología. Para así descubrir la personalidad de diferentes parcelas del viñedo de Don Melchor. Tuve el gran placer y honor de ser guiada en esta experiencia por el talentoso y carismático enólogo Enrique Tirado. Una de las figuras más influyentes en la escena vitivinícola nacional.
De esta forma, nos comparte las verdaderas proporciones de Don Melchor. Así comparamos el vino con el resultado de nuestra propia creación. Entendiendo así de manera más profunda y personal el proceso de elaboración. Desde hace más de 20 años, Enrique se encuentra a cargo de Don Melchor. Su pasión y compromiso han llevado a Don Melchor a ser reconocido como el primer ícono del vino chileno. Además de ser un referente del Cabernet Sauvignon en todo el mundo.
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Disfruté la búsqueda de aromas y sabores, y el arte de la alquimia al mezclar mi propia creación. Don Melchor Winemaking Experience permite unir, cada expresión de las parcelas. La belleza de la composición en Don Melchor es entrelazar los sabores, aromas y las emociones que producen las diferentes parcelas de Cabernet Sauvignon.
En la profundidad de este seductor elixir rubí nos encontramos con miles de colores y tonos. Que nos hablan del terruño, de la dedicación detrás de la elaboración de cada botella. Además de la pasión que ha llevado a este vino singular a convertirse en uno de los mejores y más reconocidos del mundo: así es Don Melchor. Donde se toman en serio la misión de crear vinos desde cero con procesos auténticos.