Recientemente, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) declararon que el consumo de frijol se redujo en las últimas décadas. Esto debido a un factor clave del que hoy te hablaremos con el propósito de visibilizar esta problemática.
Por Sandra Carolina Jiménez Pedroza.
Estigmatización del frijol
De acuerdo a especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el consumo del frijol disminuyó en las últimas décadas debido a su estigmatización. Pues, esta legumbre se conoce, junto a los garbanzos, habas y lentejas, como “comida de pobres” por tener un precio económico. Por ello, muchas personas deciden no incorporarlas a su dieta diaria y, en su lugar, optan por alimentos procesados, lo cual es un grave error.
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Consecuencias de la estigmatización del frijol
Para las especialistas Amanda Gálvez Mariscal y Elvira Sandoval Bosch, el poco o nulo consumo de frijol es una equivocación. Pues, éste es una proteína baja en grasas, sin colesterol y que al combinarse con otras se obtiene el mismo valor nutricional de la carne. Por lo tanto, es urgente que se impulse la ingesta de esta legumbre, especialmente en nuestro país, pues es el número uno en obesidad infantil.
Y la obesidad infantil es capaz, a largo plazo, de desarrollar enfermedades como diabetes, así como otros problemas de salud.
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De igual modo, la presencia del frijol en nuestras vidas es esencial porque su cultivo no deja huella de carbono.
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¿Cómo solucionar esta situación?
Según Amanda Gálvez Mariscal y Elvira Sandoval Bosch, la solución consiste en continuar la tradición de consumir y sembrar frijol, así como otras legumbres. Pues, aportan todo tipo de nutrientes, tanto para el suelo como para nuestros cuerpos.
Pero si tú eres de aquellas personas que al comer frijoles sufre distención abdominal, Sandoval Bosh te recomienda remojarlos un día antes de cocinarlos. También, otro consejo que ofrece es explorar la diversidad de frijoles e incluso de legumbres para llevar una dieta equilibrada y no perder tradiciones culinarias.