Las tradiciones paganas utilizaban la sangre de animales para crear alimentos con elementos simbólicos y de misticismo en su cultura, el veriohukainen era parte de esta tradición.
Por Pamela Trejo.
El uso de sangre en la comida
En muchos puntos del mundo, la comida realizada con o a partir de sangre, sigue siendo un tema tabú, pues genera aversiones a lo que refiere consumir este líquido en cualquiera de sus presentaciones.
Como bien sabemos, la sangre se puede utilizar para hacer productos como la moronga (México) o morcilla (España), como espesante para salsas o sazonador para sopas, para crear platillos como la sangre encebollada de Sevilla, el black putting de Reino Unido, el ñachi en Chile o el sanguinaccio dolce de Italia.
Foto de Luz del Norte en flickr.
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Las investigaciones también hacen referencia a que en los inicios del consumo de la sangre en la comida, ésta servía para el aprovechamiento de los alimentos, consumiendo al máximo cada parte del animal que cazaban, pues no se sabía bien si el tiempo les permitiría poder comer de forma continua.
Pero también, dentro de los simbolismos que tiene cada cultura alimentaria, la significación de los alimentos con sangre, (como el veriohukainen) implicaba también un misticismo.
Los fríos inviernos
La sangre, en la Edad Media, simbolizaba un acto de redención y contemplación al camino de la vida eterna y el significado de la Sangre de Cristo.
De la misma forma, en las fiestas paganas, la sangre significaba en el alimento, prácticamente lo mismo, la ritualización del consumo de carne como un símbolo de inmortalidad, poder y fuerza.
Foto de institutocancaonova en flickr.
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En este caso, en los fríos inviernos escandinavos, obligaban a los pobladores a dos cosas principales: La primera era aprovechar todos los alimentos que se les presentaban, así fueran uñas, corazones o cartílagos, por lo tanto, los cocineros comenzaron a crear recetas a partir de estos ingredientes.
Veriohukainen
De estas recetas invernales encontramos el veriohukainen, nombrado así en Finlandia. Los suecos y noruegos lo nombran blodplättar.
Consiste en unos panqués aplastados, que entre sus ingredientes contienen sangre, ya sea de cerdo, vaca o hasta de reno.
Se hace una mezcla con harina, cebolla, mantequilla, sal, cerveza, jengibre y se le agregan otras especias para armonizar el sabor a hierro.
Foto de Jan Egil Kristiansen en flickr.
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En ese tiempo, funcionaba con un sustituto del huevo, se hacía este veriohukainen en forma de panqué aplastado, el cuál se deshidrataba en el horno para así conservar por más tiempo este alimento.
A la hora de consumirse, se partían en trozos estos panqués y se agregaban (a manera de espesar) a un caldo, que lograba tener una consistencia grasosa y densa, para que así, las personas pudieran soportar los fríos inviernos.
En la actualidad, el veriohukainen se sigue consumiendo y se puede encontrar en los supermercados en lugares como Finlandia o algunos países nórdicos.
¿Se te antoja?
