Existen recetas a nivel internacional que requieren un largo periodo de cocción. Reducir el tiempo simplemente no es opción, pues los ingredientes involucrados simplemente no logran el término correcto. Con el paso del tiempo, la evolución dentro de la gastronomía se aprecia no solo en cuanto a técnicas, sino también en herramientas; gracias a esto, hoy podemos aprovechar a un grande: la olla de presión.
La tecnología detrás es algo que no deja de sorprender y mejor aún, ha funcionado a la perfección para la cocina moderna. En esta nota, te compartimos sobre los alimentos que puedes cocinar en la olla de presión para que el factor del tiempo, no se convierta en una pesadilla.
Por: Desiree Perea
¿Qué hace posible la rapidez característica de la olla de presión?
La llegada de la olla de presión a la gastronomía internacional revolucionó por completo los tiempos dentro de la cocina. Antes de adentrarnos en alimentos específicos, vale la pena conocer cómo funciona esta herramienta. Este tipo de olla requiere una buena cantidad de líquido. Cuando la temperatura al interior aumenta, este recipiente sellado no permite que el vapor se escape.
Esto provoca una elevación considerable del punto de ebullición del agua, por encima de los 100°C. Gracias a este efecto, los alimentos que se cocinan en la olla de presión se cocinan mucho más rápido. Además, permite que los aromas y sabores al interior se concentren al máximo.
Te podría interesar: Marinar: ¿en qué consiste y qué efecto tiene en la carne cruda?
Seleccionar este método de cocción no solo depende de buscar reducir el tiempo en la cocina. Aquí lo importante es evaluar la receta, así como los ingredientes, para poder tomar la mejor decisión. La cocción en un ambiente de alta presión y sin fugas descompone las fibras de ciertos alimentos de manera más eficiente; es por ello que se logran texturas tiernas y sabores más profundos.
¿Qué si y qué no se puede cocinar es esta olla?
Debes saber que no todos los alimentos se benefician por igual de la cocción en olla de presión. Las legumbres son uno de los primeros alimentos en los que se piensan al recurrir a este utensilio. Estas semillas se caracterizan por ser piezas pequeñas muy duras, por lo que cocinarlas a presión permite que su textura al finalizar sea cremosa por dentro y ligeramente firme por fuera.
Asimismo, la olla de presión se convierte en la herramienta perfecta para preparar platos de cuchara. Permite extraer el sabor de huesos y vegetales en muy poco tiempo. Un caldo de pollo robusto puede estar listo en 30-45 minutos. También es ideal para cocer verduras grandes como: papa, zanahoria, calabaza, berenjena, etc.

Te podría interesar: Freír: el método de cocción que sólo se logra con aceites calientes
Por último, también es posible aprovechar las bondades de la olla de presión para cocinar cortes de carne magros y con hueso. El cerdo, la pechuga de pollo, las costillas, el pulpo, la lengua, etc. se cocinan rápidamente y logran su mejor punto de cocción. Es crucial colocar una buena cantidad de agua, además de llevar el control del tiempo. Siempre puedes guiarte con información de internet, para calcular el tiempo aproximado.
Así, la olla de presión marcó un antes y un después en la cocina. Es un utensilio que se puede aprovechar tanto en restaurantes profesionales o en casa sin problema alguno. Lo importante aquí es conocer esta herramienta a la perfección; factores como el tiempo y la cantidad de líquido son clave para lograr una cocción perfecta. Más allá de ayudarte a ahorrar tiempo al cocinar, es una herramienta que sin duda permite elevar la calidad de los platillos.