La mantequilla es uno de nuestros grandes aliados en la cocina: sirve para engrasar, condimentar, freír, batir, condimentar, aderezar, decorar… en fin, pocos ingredientes son tan versátiles y apreciados como estas barras doradas. Por eso, hoy te presentamos distintas formas de darle un nuevo sabor a tu mantequilla. Dulce, salado, con azúcar, hierbas, canela, o tocino, las posibilidades de reinventar este ingrediente son infinitas.
Por Michelle López – @Mich_Lv
El proceso en sí en realidad es muy sencillo: la mantequilla debe sacarse del refrigerador y mantenerse a temperatura ambiente hasta que se haya suavizado y sea moldeable. Es mejor utilizar una versión sin sal para tener pleno control sobre la personalización. Incorpora la mantequilla y tu ingrediente preferido con una batidora en velocidad lenta hasta que estén perfectamente integrados. Posteriormente, puedes envolver la nueva barra en papel aluminio, plástico, o encerado y refrigerar.
Deja reposar, idealmente de un día para otro; esto permitirá que la mantequilla se solidifique y además que el sabor que hayas incorporado se impregne completamente. También puede congelarse si buscas una duración a largo plazo.
A continuación, conoce algunas mantequillas condimentadas que enamorarán tu paladar
Mantequilla Salada
Hierbas
Imagen: thespruce.com
Ésta es una preparación sencilla con excelentes resultados. Elige las hierbas aromáticas que prefieras, puede ser orégano, perejil, cilantro, pesto, albahaca, y si quieres también un diente de ajo finamente picado. Esta mantequilla puede utilizarse tanto para cocinar como simplemente para dar más sabor en la presentación final de un platillo.
Queso y pimienta
Imagen: fisherbotanicals.com
Para esta variedad recomendamos un queso con sabor y consistencia, como el parmesano. Mezcla 20 o 30 gramos de queso con una cucharada de pimienta y, si eres valiente, un poco de chile en polvo o finamente picado. Esta mantequilla quedará mejor tras 48 horas de refrigeración.
Mostaza
Imagen: smartchicken.com
Es preferible utilizar una mostaza suave como Dijon o inglesa para equilibrar los sabores y que la mostaza no dé un gusto demasiado ácido. También se puede balancear con alguna hierba aromática, o combinar una mostaza suave con otra ligeramente más fuerte.
Tocino
Imagen: 12tomatoes.com
Como bien sabemos, no hay ingrediente o platillo que no quede mejor añadiendo tocino. Puedes incorporarlo salado, o caramelizarlo dorándolo con un poco de azúcar morena. En cualquier caso, la cremosidad de la mantequilla y lo crujiente del tocino son una mancuerna imperdible.
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Mantequilla Dulce
Coco
Imagen: foodtolive.com
Para una opción dulce, incorpora la mantequilla con coco rallado al gusto, de preferencia tostado, y una cucharada de azúcar o miel. Esta versión sirve tanto para realzar un postre como para dar un toque exótico a algún platillo salado.
Naranja
Imagen: realmomkitchen.com
Esta mantequilla sólo requiere de una o dos cucharadas de ralladura de naranja y otro tanto de azúcar glas, morena, o miel de maple. Por supuesto, puedes sustituir la naranja por el cítrico de tu preferencia: lima, limón, toronja, o por qué no, una combinación de todas. Esta creación es excelente como base de pasteles o panqués, y como el toque final en hot cakes o waffles.
Nuez y canela
Imagen: fivehrathome.com
1 cucharadita de canela y media taza de nueces picadas son todo lo que necesitas para esta mantequilla que realzará cualquier pan o galleta. En este caso también es recomendable permitir que pase al menos 12 horas en refrigeración para que las especias e ingredientes logren impregnar la mantequilla totalmente.