Conoce este concepto de mini hamburguesas sencillas, pero de gran calidad, con servicio para llevar en la Ciudad de México.

Tenemos una nueva hamburguesería en la ciudad con precios muy accesibles. Las sliders de Mr. Blanco’s llegaron para quedarse, y están invadiendo las redes sociales de forma acelerada.

Por: Revista Dónde ir / Anabel Oviedo

Las sliders son hamburguesas americanas que miden entre 5 y 8 cm, y se sirven en un bollo. Se cree que el término “slider” se utilizó por primera vez para describir las mini hamburguesas de carne al vapor con cebolla de los restaurantes White Castle, la primera cadena de fast-food de hamburguesas en Estados Unidos (que nació entre 1920 y 1930), Y es justamente de esta cadena de dónde sale la inspiración de Mr. Blanco’s.

En White Castle todo el diseño era blanco, como en los hospitales, porque algunos de los valores que quería reflejar eran la higiene, la pureza y la eficiencia.

Foto: Mr Blanco´s

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Un homenaje a White Castle

El “efecto ratatouille” de Daniel Delaney (el chef de Mr. Blanco’s) se remonta a sus días de infancia en Nueva Jersey, cuando sus padres solían comprarle sliders los fines de semana en White Castle. Ese sabor quedó tan grabado en su memoria, que incluso antes de abrir sus otros dos restaurantes en Estados Unidos (Delaney BBQ y Delaney Chicken) y obtener una nominación como Rising Chef Star en 2014 para los James Beard Awards (los Oscar de la cocina estadounidense), Delaney sabía que un día abriría su propio castillo blanco. Y lo hizo en Ciudad de México.

Foto: Cortesía

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La fórmula de la hamburguesa perfecta

La sencillez ante todo: sliders del tamaño de un tacoPan, carne, queso y cebolla es todo lo que lleva, sin embargo, los ingredientes fueron escogidos tan exhaustivamente que la única manera de confirmar la perfección del sabor es a mordidas.

El pan que utilizan es el famoso y old-fashion Martin’s potato roll, de sabor mantequilloso y dulzón, que hasta ahora sólo habíamos encontrado en Shake Shack. La carne es una selección de 50 gramos de USDA Angus, cuya receta tardó más de tres meses en pulirse a base de pruebas en la cocina (y el chef es tan detallista que sigue verificándola día tras día). El queso amarillo y la cebolla caramelizada complementan la combinación gracias al calorcito de la parrilla. El resultado es una hamburguesa sencilla de gran calidad que no necesita que se le agregue nada.

Puedes complementarla con aderezos básicos como mayonesa, catsup y mostaza; si acaso un par de chilitos jalapeños, pero Mr. Blanco’s es lo que es: la mejor slider hecha en México por un gringo hasta ahora. No puede customizarse, no puedes sumarle ni restarle, lo que importa es el resultado.

Foto: Cortesía

Behind the grills: la historia detrás de la parrilla

Daniel Delaney es un tipo simpático y listo, quizá uno de esos hombres que pueden convertirse en tu amigo al instante. Su actitud relajada es proporcional a la exigencia que tiene en los detalles. Disfruta comer y beber, tanto como visitar una ciudad cosmopolita. Fue así que unos días de vacaciones, alejado de su vida en Nueva York, lo cautivaron hasta que se mudó a un departamento en Ciudad de México, una ciudad cosmopolita, pero “sin el rush workaholic” de la Gran Manzana, dice el chef.

En este lapso, por supuesto, entabló amistad con otros chefs como Adriana Lerma “Miwi” (Belmondo, Félix Bar y Pizza Félix) y Scarlett y Jake Lindeman (Cicatriz Café). Y en una reunión, al calor de los brindis, le contó a Miwi su idea de abrir un restaurante de hamburguesas sencillo y con un menú pequeño. ¿Hay mejor combinación que un brindis con amigos para aterrizar una idea? Fue así como Mr. Blanco’s llegó a oídos de Grupo Patagonia (Balboa, Koku, Wallace, Salón Ríos), quienes apostaron por llevar la operación, mientras Daniel se ocupaba de desarrollar el concepto creativo y crear un sistema tan eficiente y exacto como un reloj suizo. Y así lo está haciendo.

El plan era abrir el restaurante entre marzo y abril con dos cocinas: la principal, con una plancha frente a la calle, al estilo de un puesto de tacos; y la secundaria, dedicada sólo a los pedidos de delivery. Además, sería 24/7 contemplando el ritmo de fiestas y vida nocturna que hay en CDMX, una metrópoli que nunca duerme.

Aunque, por supuesto, a la planeación no estuvo invitado el coronavirus. Los avisos mundiales de la pandemia les permitieron adaptar la estrategia y enfocarse en terminar la infraestructura de la cocina de delivery, antes de que los restaurantes empezaran a cerrar por las regulaciones sanitarias.

Consideraron no abrir, pero al final Daniel y todo el team decidieron adaptarse a las circunstancias. Ahora el delivery no sólo los mantiene a flote, sino que ha superado por mucho las expectativas que todos tenían. “Nuestra venta máxima estimada por día era de 300 hamburguesas. El fin de semana pasado vendimos 1,500 y nuestros números siguen creciendo. Es increíble, estoy muy agradecido”, comenta Daniel Delaney.

Hay planes para que Mr. Blanco’s crezca en cuanto termine la cuarentena, se rumora la Narvarte, Coyoacán y el Centro, aunque por ahora no hay nada dicho.