Dentro de las nueces a las que tenemos acceso, la nuez de la India tiene un origen muy peculiar. A diferencia de otras frutas, existe un fruto no muy conocido del cual por nada del mundo podemos tirar sus semillas porque, así como te lo imaginas: se trata del que aloja a la famosa nuez de la India.
Este es el caso del marañón, un fruto que crece en climas poco húmedos y con características no muy demandantes. En nuestro país existen cultivos destinadas a esta especie, pero no se aprovecha precisamente para consumir la parte dulce (porque no sabe nada rica).
Aquí te contamos cómo, de esta fruta que casi nadie conoce, proviene una de nuestras semillas favoritas: la nuez de la India.
Por: Desiree Perea
¿Cómo crece la nuez de la India?
Uno de los primeros datos que sorprenden sobre la nuez de la India es que no crece protegido de una cáscara dura. Otra nueces requieren de herramientas de uso rudo para poder descubrir el fruto interno que podemos comer.
Así que esta es una de las primeras ventajas que encontramos en el marañón, el fruto exótico que protege a la nuez de la India. En cuanto a los árboles donde crecen, alcanzan una altura de hasta 12 metros.
Los frutos crecen de tamaño mediano y una vez que están maduros, su color característico es el rojo. De aquí, la semilla se encuentra descubierta en la parte inferior. Los países donde se domina el cultivo de este fruto se encuentran en América del Sur. Sin embargo en México, los estados de Chiapas y Tabasco es donde se concentra la producción fuerte.
Si bien existen lugares donde se llama marañón a la semilla, este no es el nombre correcto. Asimismo, la nuez tiene una cáscara suave de color verde que debe ser retirada antes de consumirse. Es por ello que la encontramos de color claro una vez que está lista para comerse.
Entra dentro de los frutos secos son mayor número de propiedades, dentro de las cuales encontramos alto porcentaje de calcio para el cuidado de dientes y huesos. También contiene vitamina C, reduce los triglicéridos y es una agente que enfrenta a la anemia.
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El efecto de las semillas
Finalmente, debes conoces que no todas las semillas son malas. Si bien existen frutas donde esta parte es tóxica para el ser humano, el marañón y la nuez de la India son ejemplo de que no en todas se encuentra amenazas.
Por ejemplo, las semillas de la papaya concentran una parte importante de antioxidantes. Además, ayuda en gran medida con el proceso digestivo, así como un buen protector del sistema inmune.
Asimismo, las semillas de las uvas rojas ayudan a retrasar el envejecimiento de las células. De esta manera, incluirlas en la dieta diaria figura como un importante agente para el cuidado de la piel. Es fácil consumirlas, ya que no necesitan de algún tratamiento extra. Puedes comerlas junto con las uvas, para que ayude con el sabor.
De esta manera, queda claro que la nuez de la India es una de las semillas más codiciadas en la industria gastronómica. Y no nos queda la menor duda de por qué: sin duda es un tesoro culinario del que pocos conocen más que su sabor y sus costos elevados.
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