La frontera entre México y Estados Unidos resguarda la historia de una de las entradas más famosas: la ensalada César.
La primera vez que viajé a Tijuana el guía nos condujo a una de las vialidades más emblemáticas de la ciudad: avenida Revolución. Ahí —entre letreros de establecimientos que se leen en inglés y español— se encuentra el restaurante del Hotel Caesar’s, que abrió en 1927, dirigido por los hermanos Cesare y Alessandro Cardini.
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Aunque existen varias versiones sobre cómo nació la ensalada César, una de las más difundidas apunta a que fue el chef Livo Santini, un inmigrante italiano, quien a finales de los años 30 la preparó por primera vez, inspirado por una receta de su familia del sur de Italia. Otras anécdotas reconocen a Cesare Cardini como el inventor.
Los primeros comensales, se dice, fueron aviadores estadounidenses, quienes eran huéspedes del hotel; por lo que al principio se bautizó al plato, como “ensalada aviadores”.
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La receta original no lleva pollo ni anchoas. Se elabora con hojas de lechuga romana, aceite de oliva, queso parmesano, huevo, el jugo de un limón, salsa Worcestershire, sal, pimienta y ajo. Y se acompaña con rebanadas de pan secado en el horno.
Actualmente esta ensalada se prepara en un carrito frente al comensal por lo que se consume en su estado más fresco.