Definir la palabra garnacha en todo México es una tarea complicada. En el centro del país, se refiere a una serie de platillos que usualmente utilizan como método de cocción la fritura profunda. Todas las garnachas de maíz son ricas. Todas son un pecado. Todas forman parte de nuestra identidad culinaria callejera.
Para nosotros, éstas son las principales que no pueden faltar en tu menú si es tu primer acercamiento con este categoría de la gastronomía mexicana. Te advertimos que una vez que las pruebes, no hay vuelta atrás. Para ti, ¿cuál es la mejor de todas?
Por: Desiree Perea
1. Sopes
Consiste en una tortilla que lleva una orilla alta para que en el interior pueda contener los ingredientes que lo hacen un auténtico sope. Esta forma se logra con pequeños pellizcos en toda la circunferencia en la parte exterior.
Entre sus ingredientes se cuentan una base de frijoles, queso fresco rallado, crema, lechuga, cebolla y obviamente, salsa. La receta ha sufrido modificaciones y algunas personas hoy en día le agregan algún tipo de proteína, que puede ser res o pollo.
2. Tlacoyos
Siguiendo con la lista, son la primera garnacha rellena de la que te hablaremos. Su interior normalmente es de requesón o frijol. La mejor manera de disfrutar tlacoyos es recién hechos, calientitos y crujientes.
Una vez que te los sirven en el plato, verás que de inmediato les agregan queso rallado, salsa (verde o roja, o las dos) y ensalada de nopales. Algunos los elaboran con maíz amarillo, aunque en pueblos pequeños tradicionales también optan por utilizar masa hecha con maíz azul.
3. Gorditas
Otro clásico de las garnachas de maíz son las gorditas. También son parte de las opciones que van rellenas. La receta original va rellena de chicharrón prensado, siguiendo con los elementos decorativos que no pueden separarse.
Algunos lugares han creados fusiones y puedes encontrarlas rellenas de carnitas, pastor y hasta suadero. Cebolla, cilantro y salsa son los tres elementos que se ven a menudo en la mayoría de estos platillos.
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4. Huaraches
Su nombre viene directamente de la forma similar que tiene con la suela del calzado conocido con el mismo nombre. La masa es ligeramente gruesa y en algunos casos le añaden frijoles refritos a la masa.
A esta preparación la puede acompañar bistec, costilla, huevo, quesillo o pollo. De igual manera, no puede faltar el queso, un poco de cebolla y el elemento picosito: la salsa infaltable. Si necesitas recomendación de un buen lugar donde comerlos, tenemos el dato que necesitas: el mercado de Jamaica, ubicado en la delegación Venustiano Carranza.
Busca la zona de comida tradicional y pregunta por los huaraches de hígado encebollado. Son enorme, los venden a buen precio y los puedes acompañar de una cerveza bien fría.
5. Memelas
De este platillo existen versiones diferentes. En Veracruz y Puebla tienen platillos con este mismo nombre, pero son completamente diferentes. En esta ocasión nos enfocamos en la versión poblana.
En dicho estado del centro de México se hacen con tortillas de mayor diámetro y gruesas, que simplemente se acompañan de salsa roja o verde, además de queso rallado y cebolla finamente picada. Puede parecer un platillo sencillo pero, cabe hacer la precisión, no hay duda de que una buena salsa es la clave de su éxito.
6. Quesadillas
Aquí no nos vamos a enfocar en el dilema de si llevan queso o no. Como sea que las conozcas o prefieras, las quesadillas son una de las garnachas de maíz más populares.
En la CDMX van fritas y acompañadas con crema, queso, lechuga y salsa. También en otros lugares, agregan aceite directo al comal y van asadas. La elección de esta garnacha se ha ganado ser la opción favorita puesto que puedes disfrutarlas con diferentes sabores. Eso sí, ambas versiones son una experiencia única en el paladar.
7. Molotes
Finalmente, directamente de la cocina tradicional oaxaqueña, llegan los molotes. Son similares a las gorditas o quesadillas fritas, aunque de menor tamaño. Van rellenas originalmente de chorizo con papa, si se trata de su versión de los Valles Centrales; no obstante, en el Istmo se elaboran con plátano macho, frijoles y queso oreado de la zona.
Hay versiones alternas de esta garnacha en otras partes de la república. En algunos lugares rellenan los molotes de rajas con crema, tinga, papa o quesillo. Entre sus guarniciones principales se cuentan lechuga, crema y queso fresco. También es común que lleguen hasta tu mesa con guacamole líquido.
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Como pudiste ver, las garnachas de maíz son algunas de las mayores proezas de la gastronomía mexicana. Después de conocer más de éstas, que se elaboran en distintas partes del país, ¿cuál se te antoja más?