Una de las delicias que ofrece gran sabor y mejor aún, una opción segura para aquellas personas que mantienen una dieta vegetariana o incluso, que han eliminado por completo los productos de origen animal. El falafel puede acompañarse con diferentes guarniciones y aderezos que completan el sabor. A continuación, te contamos sobre el verdadero origen de esta receta, que cuenta con opiniones divididas.
Por: Desiree Perea
¿En dónde nació la receta?
Existe una batalla constante entre dos países que aseguran que la receta del falafel pertenece a su cultura. Israel y el Líbano tienen a este platillo como un pilar de su gastronomía tradicional. Sin embargo, existe otro país que se interpone entre esta lucha, Egipto. Incluso existen más pruebas de que fue en esta región donde se ofreció por primera vez.
Durante la época medieval en este país, la idea nació gracias a las sobras de frijoles que se almacenaban. Una vez cocinados, se decidió preparar una especie de pasta, a la que se agregaban vegetales. Posteriormente, se les da forma circular u ovalada, el tamaño depende mucho de las porciones que se busquen y de ahí para a una fritura profunda. El falafel puede ser servido como entrada o plato principal, acompañado de ensalada y el clásico pan pita.
La desventaja de que ciertas preparaciones sean tan antiguas, es que no se conoce a ciencia cierta su origen. Además, otros elementos como los viajes e intercambios, son factores que se interponen para conocer donde se prepararon y probaron por primera vez. Y el falafel es prueba fidedigna de esta problemática. Pero sin importar su origen, es un platillo que gracias a estos intercambio logró llegar a todo el mundo.
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Presencia del falafel en otras cocinas
Sin embargo, en la actualidad ya no afecta saber de qué país es originaria esta receta, pues ha llegado diferentes regiones que han reinterpretado el falafel. Cada país mantiene la esencia en cuanto a la forma y textura del platillo, que sí o sí es semicircular, así como crujiente, pero cambia o añade otras especias para darle un toque único.
Por ejemplo, en Grecia suelen acompañarlos con una salsa cremosa conocida como tzatziki. Dicha salsa se prepara con una base de yogurt griego, añaden ajo y pepino picado. Es una versión de aderezo muy popular en el continente europeo, principalmente por su sabor refrescante. Por otro lado, en Egipto, el falafel no puede faltar en la mesa a la hora del desayuno. De hecho, en este país no está elaborado con garbanzos, si no con habas. Incluso, se conoce con otro nombre, ‘ta’amiya’.
No importa el país o restaurante donde pruebes esta creación originaria y popular en Medio Oriente, seguramente encuentras una receta que se convertirá en tu favorita. Además, los acompañantes son una gran adición al sabor. ¿Eres amante de la comida con gran textura y sabor? En la México puedes encontrar restaurantes que lo ofrezcan y hasta puedes hacerlos en casa.
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