Si estás en tu momento de panadero en casa, glasear panes resulta una técnica que puede parecer complicada. Depende muchas veces del glaseado que se use, pero también hay elementos externos que pueden hacer que esta técnica no se vea profesional.
Por: Desiree Perea
Así que para que no arruinar la imagen de tus productos recién horneados, estos tips pueden funcionar en tu próxima tanda de pan. Porque lo difícil ya lo pasaste en la masa, la última parte de la decoración no tiene que ser una pesadilla.
1. Glasear en una dirección
En primer lugar, debes saber que en la panadería todo lleva un orden. Y la decoración no es la excepción. Así que, al momento de glasear, si estás utilizando una brocha, debes hacerlo en una sola dirección.
De esta manera quedará una superficie lisa, evitando que quede un rayado el glaseado. Aunque igual puede ser una textura diferente, que puede añadir a la presentación. Pero lo ideal es que quede una capa delgada y uniforme.
2. Tiempo de secado
Después del tiempo de horneado y secado, para aplicar el glaseado también es necesario un periodo de secado. Puedes optar por una tapa de plástico para protegerlos de cualquier elemento que se encuentre en el ambiente.
Es de suma importancia respetar este espacio aún más si vas a aplicar más de una capa de glaseado. Así evitas que se cuartee la capa anterior y que se ve uniforme. Además es una buena técnica si se cambia de color entre cada glaseado, de esta manera no se combinan.
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3. Temperatura correcta
Por otro lado, toma en cuenta que la paciencia es tu mejor amiga en la panadería. No hay forma alguna de acelerar los procesos. Desde la parte de la levadura, el horneado y glasear al final.
En caso de que tus panes requieran de este último paso, de forma obligatoria debes aplicarlo cuando el pan ya está frío. De otra manera la mezcla se derrite y no se mantendrá firme sobre la superficie. De igual manera el pan absorbe por completo el líquido y no deja la costra clásica en el exterior.
4. Confirmar la consistencia al glasear
Las recetas para glasear se encuentran comúnmente en internet, incluso existen con diferentes ingredientes. Claramente cada una cuenta con medidas y cantidades específicas, para lograr la consistencia deseada.
Al prepararla en casa, debes asegurarte de que no queden grumos. Por otro lado, debe lograr un término medio entre espeso y líquido, con el objetivo de corra fácilmente sobre toda la superficie.
5. Corregir la consistencia
Finalmente en cada preparación, los primeros intentos puede tener una consistencia diferente. Pero eso no significa que tenga que desecharse. Todo puede arreglarse hasta cierto punto y para glasear de manera correcta es mejor hacerlo antes de añadirlo al pan.
En caso de que la mezcla esté muy líquida, puedes agregar un poco más del elemento seco que utilizaste, ya sea maicena o azúcar. Para el caso contrario, puedes agregar agua o leche, se recomienda más leche para que no pierda sabor el glaseado.
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