Durante la temporada de calor, los helados y las nieves son el postre fresco por excelencia. Encontrar un sabor favorito no es fácil, y seguramente en tu lista hay más de 3 que no puedes dejar pasar. Directamente desde tierras italianas, el helado Stracciatella ha causado furor dentro de la oferta. Pero, ¿qué es lo que define a este sabor? Aquí te contamos sobre sus ingredientes y el ingenio detrás de su invención.
Por: Desiree Perea
Un sabor icónico que no pasa de moda
Actualmente, el helado Stracciatella se encuentra en sin problemas en distintas heladerías y gelaterías de todo Italia. Sin embargo, su lugar de origen se ubica en la región de Lombardía; específicamente en la ciudad de Bérgamo. Ahí, Enrico Panattoni llegó junto a su familia con el objetivo de encontrar una mejor vida. Enfocó sus esfuerzos para poner en marcha un restaurante. ‘La Marianna’ no ha dejado de consentir el paladar de locales y turistas desde entonces.
Parte de la atención que recibe es precisamente gracias a que se presumen como el autor intelectual del helado Stracciatella. De hecho, ni la receta, ni el proceso de elaboración han cambiado. Enrico era conocido por su pasión y deseo de ofrecer a sus clientes sabores innovadores y memorables.
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Tomó como inspiración la sopa que lleva el mismo nombre. La idea era simple pero revolucionaria y fue en 1961, cuando se sirvió la primer porción del helado Stracciatella. Un sabor simple, pero que se disfruta a su tiempo. Las piezas de chocolate crujiente se encargaron se complementar a la perfección el ligero dulzor de la crema de leche. Una vez que se presentó, no hubo marcha atrás, todos quedaron encantados.
¿Qué hace único al helado Stracciatella?
No, no es simplemente un helado de vainilla con sutiles tropiezos de chocolate crujiente. De hecho, la versión tradicional de la Stracciatella no lleva vainilla. La simpleza es parte de la magia de este postre frío. Sin embargo, el resultado final requiere de ingredientes de calidad para poder servir la mejor versión. La base por excelencia solicita leche y nata; ambos elementos se encargan de la consistencia cremosa que caracteriza a este sabor de helado.
Aunque a simple vista puede parecer simple, el helado Stracciatella exige atención al detalle durante todo el proceso. Durante el proceso de congelación de la mezcla base, se debe añadir el chocolate caliente. Al someterlo a un cambio de temperatura tan drástico, éste se solidifica al instante; por lo que al mezclarlo, se rompe y se forman pequeñas piezas de chocolate crujiente.

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Lo ideal es optar por un chocolate semi–amargo, así es posible lograr un sabor intenso pero equilibrado. Algunas versiones también optan por añadir un poco de azúcar, pero lo ideal es que sea un helado con el dulzor justo. Un buen helado Stracciatella no debe ser empalagoso.
Así, sin mayores complicaciones, la popularidad del helado Stracciatella ha trascendido las fronteras italianas. Tanto heladerías contemporáneas, como gelaterías tradicionales, mantienen a este sabor como un clásico que sin duda es intrigante desde su nombre. Su elegancia y su sabor inconfundible, lo convierten en una elección segura para cualquier ocasión.