Dentro de los ingredientes milenarios que se conocen a nivel mundial, la chufa es una de los alimentos que suele pasar desapercibido. De este lado del mundo, no es un ingrediente muy conocido; pero después de conocer sus propiedades, no dudarás en añadirlo a tu dieta. Su versatilidad y beneficios nutricionales la convierten en un superalimento digno de atención. A continuación, te contamos todo lo que necesitas sobre una joya de los tubérculos: la chufa.
Por: Desiree Perea
Las súper propiedades que presume la chufa
Podemos agradecerle a los egipcios, la introducción de la chufa a la dieta humana. Ellos fueron el primer grupo en consumir este importante alimento; gracias a su sabor dulce, era el postre perfecto. Su presentación es similar a una nuez con cáscara. Mantienen una forma esférica irregular y el color característico es café.
Al igual que la papa o el camote, la chufa concentra un montón de propiedades que cuidan del organismo. Es cierto que su tamaño es pequeño, pero este factor no tiene por qué restarle importancia. Comenzando por su contenido de nutrientes, destacan vitaminas del grupo B, así como vitamina E. También es una buena fuente de: potasio, magnesio, hierro, fósforo y zinc.

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La chufa se mantiene vigente no solo por tradición culinaria, sino también por los efectos que tiene dentro del organismo. No está de más mencionar que están comprobados científicamente. Dentro de los beneficios que presume, vale la pena destacar los siguientes:
- Fibra: Esta alta concentración contribuye a la salud digestiva.
- Grasas saludables: Aproximadamente el 80% de la grasa presente es insaturada, fundamental para el cuidado del sistema cardiovascular.
- Bajo índice glucémico: Ideal para personas que necesitan controlar sus niveles de azúcar en sangre.
- Libre de gluten y lactosa.
La versatilidad culinaria de este importante tubérculo
En nuestro país, el agua de horchata es una de las bebidas frescas favoritas. Aunque nos gustaría presumirla como propia, su origen no es mexicano. De hecho, la receta original se prepara justamente con chufa. Este es el uso más popular de este ingrediente, pero esta no es el único.
Su sabor ligeramente dulce, con notas terrosas y almendradas, lo convierte en un ingrediente versátil. Este factor aplica tanto para preparaciones dulces como saladas. Se puede deshidratar y moler para elaborar harina libre de gluten. También es común extraer el aceite, una alternativa vegetal rica en ácido oleico y vitamina E.

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A partir del aceite, se pueden elaborar mayonesas o aderezos. Por último, también es buena opción elaborar una bebida vegetal a partir de la chufa. Así, puedes incorporarla en licuados o para disfrutar de un buen plato de cereal. Por último, puedes tostar o caramelizar ligeramente la chufa para elaborar tus propios snacks en casa.
La versión salada puede funcionar para añadir un toque crujiente a ensaladas, sopas o cremas. Así, este tubérculo ancestral se mantiene vigente como un ingrediente importante; sobretodo dentro de la cocina saludable. Sin importar la presentación que elijas, en cada opción es posible acceder a los importantes beneficios de la chufa.