Si vas a un mercado de la Ciudad de México, es imposible que no oigas nombrar a los famosos “peneques“; con mucha más suerte, quizá hasta los encuentres de camino en alguna fonda y los pruebes.
Los peneques forman parte del amplio repertorio garnachero de la capital mexicana, principalmente, y consisten en una preparación bastante similar a la de una quesadilla de masa de maíz rellena y capeada, servida sobre caldillo o mole.
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¿Cómo hacer peneques?
De acuerdo con el Diccionario enciclopédico Larousse de la Gastronomía Mexicana, “para prepararlos se elaboran unas tortillas ovaladas de 10 cm de largo; se cuecen por un lado en el comal, se voltean e inmediatamente se doblan por la mitad. Luego se presionan sus orillas para pegarlas, dejando un pequeño espacio abierto por el que se rellenan.”
El relleno de un peneque puede ser muy variado, dependiendo de dónde se le prepare. Lo mismo pueden ir con frijoles refritos, habas molidas y queso fresco, que con chicharrón y carne frita.
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Si encuentras peneques en un mercado, lo más seguro es que te los vendan sin relleno, para que tú te encargues de personalizarlos en casa.
Ahora bien, en cuanto a su presentación final en el plato ten en cuenta que lo mismo pueden ir ahogados en caldo o puré de jitomate, que salseados con distintos tipos de mole y cubiertos de una capa de queso rallado fresco.
Algo es muy cierto: cada vez es más difícil encontrarlos, por lo que te sugerimos que en cuanto los veas anunciados los compres. Estarás ayudando a preservar y extender una tradición que durante mucho tiempo estuvo mermada, y que sin duda merece ser rescatada.