El puré de papa es una de esas recetas caseras que se convierte en un salvavidas en diversas ocaciones. Ya sea para una cena formal o bien, si se busca una guarnición rápida para acompañar la comida de la semana. Sin duda es una preparación que sí o sí se debe dominar; realmente no es compleja, pero esto no tiene por qué restarle importancia. Dominar la cocción y la textura final es algo que se perfecciona con la práctica. A continuación, te contamos sobre 4 errores básicos que podrían arruinar el puré de papa casero.
Por: Desiree Perea
- Empezar la cocción con agua caliente
Cuando llega el momento de preparar puré de papa, debes saber que el proceso más tardado es la cocción del tubérculo. En la cocina no hay espacio para la presión del tiempo, así que por nada del mundo pienses en acelerar el proceso. Para asegurar que las papas se cocinen uniformemente, se debe partir de agua fría y llevarla a ebullición lentamente. Esta técnica asegura que el interior y el exterior de la papa se cocinen a la misma velocidad.
También considera cortar las papas para asegurar que el calor llegue hasta la parte interna, sobretodo si elegiste piezas grandes. La cantidad de agua no es especifica, debes asegurarte de que el agua cubra por completo todas las papas. Es importante elegir la especie correcta; lo mejor es optar por las papas harinosas, que son altas en almidón.
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- No sazonar el agua de cocción
El punto de sal en el puré de papa es uno de los factores más difíciles de ajustar. Usualmente se sazona una vez que está listo, pero no es lo correcto. Es más difícil que las papas cocidas absorban la sal, es por ello que se debe aprovechar el agua de la cocción. Antes de agregar las papas crudas, agrega 2 cucharadas pequeñas de sal y mezcla hasta que se disuelva.
- Dejar las papas con exceso de agua
Los tubérculos tienen como característica en común que su estructura interna es porosa. Para esta receta, las papas se cocinan al sumergirlas en agua; esto ayuda a que se ablanden, pero también provoca que absorban mucha agua. Una vez que las papas están suaves, deben regresar a la olla caliente (sin agua). Gracias al calor residual, la humedad superficial se puede evaporar fácilmente; así, el puré de papa no quedará aguado.

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- Ahorrar tiempo con licuadora o procesador de alimentos
Cuando llega el momento de aplastar las papas, la fuerza del brazo se convierte en una herramienta más. Sustituir esta fuerza por el trabajo automático de la licuadora o procesador de alimentos parece una idea sencilla e inteligente, pero es todo lo contrario. La velocidad que caracteriza a estos equipos, hace que el almidón de las papas se trabaje en exceso; este componente reacciona con el agua y termina por hacer del puré de papa una mezcla chiclosa y gomosa.
Por más cansado que sea este proceso, no hay más que utilizar la fuerza humana. El machacador manual es la herramienta ideal para romper la pulpa con la mínima fricción. Una vez que no se aprecian trozos grandes, el proceso debe detenerse inmediatamente.
Dentro de la cocina casera, el puré de papa es una receta favorita a nivel mundial. A simple vista, parece sencilla y sin mayor ciencia, pero requiere de especial atención al detalle. Aunque mantiene una corta lista de ingredientes, el tratamiento de cada uno es crucial; es la única forma de servir una guarnición tersa y con sabor equilibrado. Toma en cuenta estos obstáculos para así, perfeccionar la receta para las cenas decembrinas.





