No hay duda de que la panadería mexicana tiene una gran variedad de productos con los que puede defenderse. Cada región atesora sus propias piezas que no saben igual sino se acompañan con una buena taza de café de olla, atole o chocolate caliente. El pan de plátano es una receta reconocida a nivel mundial; sin embargo, una de las mejores versiones en México se prepara en nada más y nada menos que en Nayarit.
¿La razón? Los cambios clave y acertados que hizo un mexicano, lograron que la textura, el sabor y hasta el aroma, transformaran al pan de plátano por completo. A continuación, te contamos sobre la historia detrás de esta receta dulce histórica.
Por: Desiree Perea
La cocina dulce nayarita donde el plátano es protagonista
Juan Francisco García, mejor conocido como ‘Juan Bananas’, es el autor intelectual del icónico pan de plátano de Nayarit. Buscaba estudiar oceanografía al norte del país; sin embargo, el destino lo llevó a instalarse en San Blas. Aquí, encontró en la repostería una nueva pasión. Se encontró con un recetario que fue obsequio de un amigo surfista. En él, se encontraba una receta de pan hawaiano que decidió replicar para empezar a venderlo. Al seguir la preparación, decidió añadir plátanos maduros para aportar sabor, aroma y un toque dulce extra.
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Aunque podría parecer un cambio insignificante, el pan de plátano se convirtió en un éxito por completo. Hace 55 años se sirvieron las primeras rebanadas de esta delicia dulce; y actualmente, es un producto estelar al visitar el Pueblo Mágico de San Blas. De hecho, incluso es común encontrarlo en todo el estado de Nayarit.
¿Qué hace diferente a esta receta de pan de plátano?
Añadir plátanos maduros a la mezcla del bizcocho no fue el único cambio inteligente que se hizo. El pan de plátano es aromático, suave y esponjoso. A diferencia de otras recetas, en este pan, el bicarbonato de sodio y polvo para hornear para lograr una textura ligera. Además, a la lista se suma la crema ácida; puede parecer algo fuera de lugar, pero hoy por hoy es un elemento clave.
Optar por plátanos maduros ayuda a elevar el dulzor y el aroma. Además, no puede quedarse fuera la vainilla; otro gran aporte mexicano a la repostería nacional e internacional. En Nayarit, las calles se llenan del exquisito aroma que sale de los hornos. Una vez que se percibe, es imposible no detenerse y hacer espacio en el estómago para disfrutar de una pieza recién horneada.
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Aunque la receta original se mantiene vigente, el ingenio local ha presentado propuestas realmente interesantes. Por ejemplo, es posible encontrar versiones que agregan a la mezcla chispas de chocolate, nuez, almendras, coco deshidratado, etc. Así, el pan de plátano de Nayarit es un testimonio de la riqueza natural y la tradición culinaria de una región.
A través de generaciones, este pan ha sido un elemento presente en las mesas familiares. Hoy en día, sigue siendo un símbolo de la repostería local que no puedes dejar visitar una de las costas de ensueño que presume México.
