El chile jalapeño, también conocido como cuaresmeño, recibe el nombre debido a la ciudad donde mayormente se llegó a producir: Jalapa, Veracruz, junto a la cuenca del rio Papaloapan. Es medianamente picante entre 2,000 y 10,000 unidades Scoville, que es la unidad de medida de los chiles.
Por Pamela Trejo.
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El chile tiene un origen bien definido y reconocido mundialmente, estos cultivos, en la actualidad contienen una gran e importante carga social, gastronómica, económica y cultural sumamente relevante para México.
Todas las especies del género Capsicum, como lo es el chile jalapeño, son originarias de las Américas. En general la evidencia más antigua del chile en México se encontró en la cueva de Coxcatlán en la región de Tehuacán Puebla, donde arqueólogos encontraron restos de alguna especie de chile originaria de la zona con una edad aproximada entre 6,900 a 5000 a.C, según Enrique Vela en su escrito “El chile: una breve historia. Los chiles de México”.
La triada mesoamericana
La calabaza, el maíz y el chile conformaron un cultivo sustentable muy adelantado a la época, llamada la triada mesoamericana que sigue estando presente en la actualidad y que conforma la base principal de la alimentación del país; en este caso y hablando del chile que lleva por nombre común jalapeño y por nombre científico Capsicum anuum L.
El chile jalapeño en el pasado
Existen varias referencias del uso y consumo del chile en la época prehispánica, uno de ellos fue Alejandro Humboldt en su obra “Ensayo político sobre el reino de la Nueva España” en la cual menciona: “Las diferentes especies de pimientos que los mexicanos llaman Chili son un fruto indispensablemente necesario para los indígenas, como la sal a los blancos”.
A llegada de Cristóbal Colón, como menciona Jaime Ortega, este llamó al chile “pimiento de Indias” debido a su sabor tan fuerte, al que comparó con la pimienta. Cuando lo llevo a España, el chile se fue modificando hasta que perdió la capsaicina y se convirtió en un chile dulce que ahora le llaman pimiento o pimentón y que utilizan para darle sabor a sus alimentos
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¿Uso militar?
Otras referencias se encuentran en los códices Mendocino y Florentino, en dónde se ilustra como empleaban el chile, no sólo en su dieta diaria sino también en sus usos militares.
Con el humo del chile que aventaban al fuego, podría decirse que creaban gases que actualmente llamamos bélicos.
También tenían usos medicinales, preparaban una pomada con chile jalapeño que aliviaba los dolores musculares y óseos.
Además se le daba usos comerciales, impositivos y pedagógicos en los que utilizaban este mismo humo para llamar la atención de la mala educación de los niños; los chiles también sirvieron como moneda, tributos, símbolos rituales según el libro “El chile como alimento en México”.
La leyenda de la diosa del chile
En otro de los relatos mexicas descrito por Enrique Vela en la revista “Arqueología” menciona que: se dice que había una diosa cuya advocación era precisamente este fruto; como menciona Janet Long: “La diosa prehispánica del chile, Tlatlauhqui cihuatl ichilzintle o respetable señora del chilito rojo, era hermana de Tláloc, dios del agua, y de Chicomecóatl, deidad de los mantenimientos, como menciona Fray Bernardino de Sahagún.
Su nombre aparece en la oración de Tláloc para pedir agua en tiempo de sequía, en la petición, el pueblo se quejaba de que los tlaloques habían recogido y escondido el sustento necesario para la vida, y que se llevaron a Chicomecóatl y a Tlatlauhqui cihuatl ichilzintli.
¿Sabías que existía la Diosa del chile?