Barbacoa, huazontles, machitos y consomé de carnero son algunos platillos que forman parte del legado gastronómico de Chucho Arroyo. Tras su reciente deceso, te contamos más sobre este empresario que enalteció los platos mexicanos en el Restaurante Arroyo.
Por Yulissa Arcos
Jesús Arroyo Aguirre, mejor conocido como “Chucho Arroyo”, falleció el pasado 11 de julio después de estar hospitalizado durante varios meses. Su deceso nos llena de recuerdos, dejándonos un exquisito legado gastronómico: Restaurante Arroyo, lugar que impulsa la “auténtica comida mexicana”.
“Aquí está la barbacoa de José Arroyo”
En 1940 José Arroyo y María Aguirre de Arroyo, padres de Chucho, fundaron un modesto restaurante. A pesar de que eran originarios de Tulancingo, Hidalgo, decidieron probar suerte en la Ciudad de México. Desde entonces, Restaurante Arroyo se encuentra en lo que hoy es el centro de Tlalpan.
Foto: @RestaurantArroyo
El lugar contaba con un comedor al estilo rústico cubierto por un techo de teja. Las personas que transitaban por avenida Insurgentes podían ver un llamativo letrero que anunciaba: “Aquí está la barbacoa de José Arroyo”. Por mucho tiempo, los comensales presumieron que ahí se degustaban los mejores antojitos.
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Gastronomía y fiesta brava
Años más tarde, el que inició como un pequeño establecimiento, se convirtió en uno de los sitios emblemáticos de la gastronomía mexicana. Chucho Arroyo tomó el control del restaurante y lo hizo crecer más que nunca. Políticos, celebridades y seguidores de la tauromaquia disfrutaban del sabor de los platillos.
Las pasiones taurinas del empresario hicieron que fundara la Plaza de Toros Arroyo, en honor al matador guanajuatense Antonio Velázquez que ganó la Oreja de Plata en 1942. El recinto fue inaugurado con la presencia de Mario Moreno “Cantinflas”, quien cortó el listón.
Foto: @PlazaArroyo
No conforme, echó a andar un nuevo proyecto: la escuela de matadores “Pepe Alameda”. Ahí se formaron grandes figuras de la fiesta brava. Ejemplo de ello es el famoso torero Víctor Manuel Mejía Ávila, mejor conocido como Manolo Mejía o el Orfebre de Tacuba.
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Después de que las cuentas oficiales del Restaurante Arroyo confirmaran la muerte del empresario, sus amigos y conocidos del medio artístico lamentaron el suceso. Figuras como Verónica Castro, Carlos Cuevas y Miguel Torruco Marqués externaron sus condolencias, además de recordarlo como un “referente de la gastronomía”.
