A diferencia de los pays, las tartas no van cubiertas de masa, a la vista son francas, pues el relleno se asoma en su totalidad. Aquí la costra es horneada en un momento y el relleno en otro, aunque también pueden traer alguna crema montada en frío.
De tartas populares podemos encontrar una gran variedad: con más de 500 años de historia está la de Santiago, también llamada Torta Real hecha por gallegos la cual se distingue porque está libre de harina así como mucha almendra y sabor a naranja.
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De la Francia del siglo XVI permanece la St. Honoré hecha con pasta de choux, crema montada y pelo de àngel (caramelo enfirado en hilos muy delgados) . Un siglo más tarde, nos llega la de frangipan, ya sea con pera o con m anzana -como las frutas clásicas de la receta-, que al igual que la de Santiago, con alto contenido de almendra molida en su relleno.
Cabe destacar otra de las maravillas francesas que se han replicado por por el mundo con frutas y vegetales por igual: la Tatìn que nació a finales de 1900 en el Hôtel Tatin en manos de las hermanas propietarias del lugar. Un postre hecho con originalmente con manzanas cocidas en caramelo para después ser horneadas con una costra de en un sartén de hierro forjado cubierto de pasta sucrée.
Por su parte, la pecan pie, es una receta inglesa de nuez entera con mantequilla y azúcar horneada, la cual se popularizó por el osito Bimbo en los ochenta.