Las sardinas o también conocida como parrocha o souba. Es un pescado azul y de agua salada. La Sardina pertenece a la familia Clupeidos, orden Clupeiformes. Uno de los grupos de peces pelágicos más abundantes y distribuidos por todo el mundo.
Por Mariana Frias
Es un pez de cuerpo alargado, esbelto, de forma ovalada, entre azulado o verdoso. Puede que en la espalda tenga flancos o lomos recorridos por una banda longitudinal azul brillante. En algunas ocasiones puede tener pequeñas manchas negras y su vientre es plateado. Su alimentación es a base de plancton, pequeños peces, crustáceos y huevos de otras especies. Su carne tiene un excelente sabor aunque es de mala conservación.
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El nombre de la Sardina tiene como origen la Costas de la Sardina en Cerdeña donde eran muy abundantes. La sardina es un pequeño pez que vive en zonas profundas y alejadas de la costa. La pesca de la sardina es muy importante desde el punto de vista económico y alimenticio. Es una especie cuya pesca está estrictamente regulada por la Unión Europea.
Pesca de Sardinas
Las sardinas y otros peces pequeños tienen la capacidad de formar cardúmenes. Lo que es una defensa ante depredadores de mayor tamaño. Porque al ver la formación no se atreven a atacar. Las especies de sardina que se capturan en México son Monterrey, Anchoveta norteña, Bocona, Charrito, Crinuda, Japonesa, Macarela y Piña. Los principales productores de este pescado son Sonora, Baja California y Baja California Sur. Estos tres estados aportan el 88.9% de la producción nacional de sardina.
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Valor nutricional
Este pescado puede prepararse de distintas maneras, ya sea frito, a la plancha, a la barbacoa, en espeto, guisado o escabechado. Consumir sardina aporta a nuestro cuerpo vitaminas A, B y D. Minerales como el calcio, fósforo, potasio, zinc, yodo, hierro y magnesio. Es bajo en calorías y ayuda a equilibrar los niveles de grasas saturadas de nuestra dieta habitual.
Las sardinas cuentan con omega-3 que tiene beneficios para el corazón. Ya que poseen efectos antiinflamatorios y anticoagulantes. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. El yodo ayuda a regular el nivel de energía y el correcto funcionamiento de las células. Además, fortalece el cabello, la piel y hasta las uñas. Su alto contenido en fósforo favorece el estado de los huesos y los dientes, mantiene el pH de la piel y mejora funciones biológicas del cerebro.
Las vitaminas que aportan son del grupo B como la B12, la B3. La vitamina B3 ayuda a reducir el colesterol y combatir enfermedades como la artritis. La vitamina B12, conocida como cobalamina, aporta numerosos nutrientes a mujeres embarazadas y juega un papel importante en la producción de sustancias químicas del cerebro, que pueden ayudar a reducir el riesgo de depresión.
La niacina, así como cantidades significativas de vitaminas liposolubles E y D que ayuda a absorber el calcio. La vitamina D fortalece el sistema inmune y puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer.
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