Las regañadas son panes de muerto originarios de los pueblos zapotecas del Itsmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Algunas recetas incluyen harina de trigo, huevo, azúcar, manteca de cerdo, mantequilla y sal. Posteriormente se espolvorean con azúcar y canela, y se llevan al horno. ¿Has probado alguna vez este pan?
Por Mariana Frias
Origen del nombre de las regañadas
Aunque las regañadas representan las ánimas o animales fallecidos, se dice que la receta tiene una antigüedad de más de cien años. La historia cuenta que dentro de las familias de prestigio, a las señoritas no se les permitía ser parte donde hubiera hombres presentes.
Entonces a lo que ellos se referían como buena crianza implicaba que debían mandarlas a la cocina a hornear galletas. Y aunque no quisieran, obedecían a regañadientes. De ahí surgió el nombre de este pan.
Existen múltiples recetas de ellas en el centro de Oaxaca. Normalmente son óvalos grandes, de unos 20 centímetros, preparadas solo con harina de trigo, huevo, azúcar, manteca de cerdo, mantequilla y sal. En el área de Juchitán, las regañadas se elaboran también en los días previos a la Semana Santa.
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Receta de regañadas
Disuelve la sal en la taza de agua. En una superficie plana, coloca la harina con el royal y hazle un hueco al centro. En el hueco, agrega la manteca y comienza a amasar. Ponle agua poco a poco, para que la masa quede suave. Cuando la masa quede lista, forma bolitas y colócalas sobre una charola. Déjalas reposar media hora tapadas con un trapo húmedo.
Precalienta el horno a la temperatura más alta que tenga. Pasada la media hora, toma una bolita y pásale el rodillo para que quede aplanada y repite el proceso con cada una. Colócalas en una charola para hornear. En la charola, espolvorea azúcar blanca encima de las regañadas y al centro azúcar morena en forma de círculo. Ponlas en el horno por 20 minutos hasta que se esponjen.
¿Se te antojaron unas regañadas para tu desayuno o cena de hoy?