El caldo de hueso se puede disfrutar como una entrada, acompañado de verduras, un poco de carne y de tortillas. Sin embargo, tiene otros usos que pueden aprovecharse en diferentes platillos. Te contamos sobre las importantes propiedades que tiene este caldo para fortalecer al cuerpo humano. Es una receta que puede ayudar en sabor y textura a otras creaciones.
Por: Desiree Perea
Efectos positivos del caldo de hueso
El caldo de hueso es una de las recetas con mayor impacto positivo en el cuerpo humano y que debe considerarse en la dieta. El cocer los huesos por un largo periodo de tiempo, es un proceso que permite obtener todos los nutrientes que concentran.
Dentro de los minerales que aporta este platillo encontramos el calcio, magnesio, fósforo y potasio. El más importante es el colágeno, que es vital para el crecimiento y mantenimiento de cartílagos, tendones y la piel.
De hecho, es una buena opción de alimento para las personas mayores, ya que es una receta que ayuda a fortalecer sus huesos. A través de los aminoácidos y las proteínas son una herramienta que regenera ciertos tejidos. Asimismo, para aquellas personas que sufren de reflujo o acidez, el caldo de hueso es amable con los padecimientos, es una especie de humectante para el esófago. También reduce la inflamación digestiva.
1. Marinar
En primer lugar, si piensas cocinar carne puedes ayudarte del caldo de hueso para lograr una textura suave y muy jugosa. Reserva un par de horas antes de cocinar la carne para colocar el caldo en un recipiente hondo y amplio. Puedes añadir un poco más de especias a la carne directamente. Posteriormente deja la carne en el recipiente y asegúrate de que el caldo cubra la pieza por completo.
2. Base para salsas
Al momento de preparar salsas, es posible que la consistencia sea muy espesa o que el nivel de picante sea muy alto. Para ello, puedes utilizar el caldo de hueso para mejorar la receta. De esta manera, el sabor del caldo previo puede ayudar a sazonar la salsa, ya que muchas veces se añade agua y lo que ocurre es que pierde el sabor.
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3. Arroz y risotto
También puede ser una excelente base para cocer arroz o risotto. De esta manera es posible aprovechar sus propiedades en otros platillos. Además, el sabor ligero de la carne se puede sumar a la combinación de sabores de la preparación principal. Recuerda que para ambas recetas, se requieren medidas de líquido diferentes.
4. Humectar carnes
Es una gran solución para recetas con carne de res, pollo e incluso hasta puerco para mantener una pieza de carne tersa. Si es un platillo que va al horno, puedes preparar una salsa o concentrado ligeramente líquido con el caldo de hueso, con la que puedes bañar la carne de manera periódica mientras se está cocinando.
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5. Cocción de verduras
Por otro lado, puedes añadir más sabor a las verduras si las dejas en cocción dentro del caldo de hueso. Los huesos, aunque no lo parezca, concentran un gran sabor y que al aumentar su temperatura, liberan gran parte del mismo. Así se suman las propiedades de ambos elementos para aportar a la salud. Como consejo, recuerda reducir el uso de sal o especias para aquellas personas que estén enfermas.
6. Humectar purés
De igual manera, cuando se prepara puré de papa, camote o coliflor, es común que sea difícil llegar a la consistencia adecuada. Sobretodo cuando se utilizan tubérculos que tienen una textura porosa y que requieren cierta humectación. Si tienes un poco de este caldo, puedes ayudarte con el para mejorar el puré.
7. Reducciones
Finalmente, puedes añadir más ingredientes a este caldo para poder crear una reducción que puedes utilizar para barnizar ciertas carnes. No hay duda de que el caldo de hueso es una receta versátil de la que puedes obtener grandes sabores. Sin dejar de mencionar el gran poder nutricional que tiene para diferentes edades.
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