Vemos a esta fruta en varias recetas a lo largo de año, que la sentimos como propia. Aunque se cultiva y comercializa en México, realmente no es un descubrimiento que podamos presumir como nacional. El tamarindo tiene un sabor único, fue traído a nuestro país en la época de la colonia y en la actualidad puede utilizarse en bebidas, salsas o dulces. Pero no importa que no sea mexicano, de igual hemos aprendido a utilizarlo y aprovecharlo en la cocina. Aunque también fuera de las preparaciones para platillos, también es benéfico para la salud.
Por: Desiree Perea
Tamarindo, un viajero de la India
Este país asiático fue el pionero en cultivar e implementar el tamarindo en las recetas. Su cocina también es reconocida por los sabores picantes e intensos, es por ello que esta fruta fue una gran aportación. Llegó a conquistar otros países, hasta llegar a Europa. Aunque esta región no logró prosperar por las condiciones climáticas. De ahí, los españoles lo llevaron hasta América.
Por su forma peculiar, forma parte de la familia de leguminosas y los árboles dónde se encuentra llegan a crecer hasta 20 metros de alto. La cáscara es ligeramente dura, para proteger el relleno suave. En su interior encuentras la pulpa color café, que cubre las semillas. Asimismo, para su cultivo se requiere un clima cálido. Aunque se puede encontrar todo el año, puedes reconocer su temporada alta gracias al precio razonable al que se vende. Y una de las ventajas es que el tiempo de maduración no es el mismo, generando así un ligero cambio de sabor entre cada cosecha.
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Usos en la cocina mexicana
En los países que hoy está presente, el tamarindo tiene usos en diferentes ámbitos. Pero centrándonos en la gastronomía nacional, México utiliza el tamarindo principalmente en dulces. Son picantes en su mayoría y la presentación común es en una pasta espesa. De igual manera se utiliza para hacer agua, a través de la preparación de un jarabe o concentrado.
En restaurantes esta agua se mantiene como la favorita, junto con el agua de jamaica y de horchata. En diciembre, varias recetas de ponche incluyen este fruto, para darle el toque ácido, que equilibra los sabores. Al ser un gran elemento que puede fusionarse con el chile, el tamarindo está presente en salsas. Aporta el toque dulce y ácido, creando un sabor dulce–salado que puede acompañar a la carne de cerdo o de res.
También es un fruto favorito en la medicina, dónde no sólo se aprovecha la pulpa, sino también las hojas, ramas y semillas. Con dichos elementos se elabora un té para aliviar enfermedades como fiebre, problemas estomacales, hígado graso (tip: también es bueno para aliviar la cruda). Esta fruta tiene su temporada a partir de este mes y hasta junio. Es también una fuente energética importante y de igual manera tiene propiedades antisépticas y cicatrizantes. En cuanto a su aportación nutricional, cuenta con vitamina C y E. Su consumo aporta fósforo, hierro, potasio y calcio.
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