Cuando se trata de postres, Francia es uno de los máximos exponentes a nivel mundial. Desde pasteles, galletas, panqués y por supuesto crepas, su repertorio es grande. Esta nación se reconoce por su gran aporte en cuanto al paraíso de lo dulce. Y sí: uno de sus mayores atractivos es la crêpe Suzette. ¿Conoces esta creación francesa?
Tiene un origen curioso y sobretodo antiguo. Lo que se pensó sería el peor error en la cocina, terminó siendo un manjar que hoy podemos disfrutar en restaurantes especializados en gastronomía francesa. Suele servirse en un plato amplio y ligeramente hondo, pues tiene una parte líquida, hecha con mantequilla, azúcar, licor y jugo de naranja.
Por: Desiree Perea
La accidental creación de la crêpe Suzette
Esto se debe al talento de un joven camarero, llamado Henry Carpentier, quien tenía solo 14 años cuando se encontraba trabajando como ayudante en un café parisino. Dicho lugar no estaba en París precisamente, sino en MonteCarlo, su capital.
Este lugar vió nacer el platillo hecho con crepas más popular a nivel mundial. Estaban al servicio de un comensal muy importante: nada más y nada menos que el príncipe Eduardo, quien estaba próximo a heredar el trono y así quedar al frente de Inglaterra.
Al utilizar un licor en la preparación de la salsa, aplicó fuego a esta parte creando una salsa flameada. Así, el sabor de la mantequilla con el sabor de la naranja se fusionaron, con un toque ahumado, dejando un ligero sabor de licor.
No estaba muy seguro del sabor, pero aún así termino dejándola en la mesa del próximo rey. Para la sorpresa de todos, Eduardo quedó encantado, ordenando una preparación para cada uno de sus invitados. De esta manera la cocina francesa dió la bienvenida a uno de sus platillos estrella.
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Una técnica que no todos dominan
Este postre tiene una presentación muy estética y que sin duda llama la atención. Pero más allá de la imagen final, la preparación de la crêpe suzette es todo un espectáculo en los restaurantes en los que la sirven.
El flameado es una técnica difícil, pero que últimamente se ha mantenido en tendencia. No sólo para postres, sino también en bebidas y cortes de carne. De esta manera acercan la preparación hasta la mesa de los comensales.
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Para la crêpe Suzette, comúnmente se elige como licor cognac o ron para lograr dicha técnica. Es importante decir que incluso a los chefs profesionales les es difícil perfeccionar el flameado. Requiere de concentración y dominio de los elementos, puesto que el fuego es un elemento que no se puede manipular, sólo controlar hasta cierto punto. La salsa comienza con una consistencia líquida, después del flameado se vuelve más espesa.
