Xochimilco es uno de los destinos más encantadores y auténticos de la Ciudad de México. Conocido por sus coloridas trajineras y canales, ofrece una experiencia única que combina naturaleza, historia y cultura. Si tienes la oportunidad de visitar Xochimilco, no la desaproveches.
En esta ocasión, te contamos sobre una experiencia especial que tuvimos en un recorrido por los canales menos concurridos, organizado por Vinos Rueda y Xochimilco a Color. Este recorrido nos permitió conocer las chinampas y disfrutar de una cena maridada con vinos de la marca.
Xochimilco y sus canales
La aventura comenzó con un relajante paseo en trajinera por canales alternos, lejos del bullicio habitual. Este recorrido exclusivo nos ofreció una perspectiva más tranquila y auténtica de Xochimilco. Durante el paseo, tuvimos una plática sobre los vinos de Rueda, acompañada de una breve cata.
Mientras tanto, una cocinera local nos preparaba garnachitas en un anafre y un guacamole delicioso. La combinación de paisajes despejados y una copa de vino en la mano hizo que el inicio del recorrido fuera verdaderamente relajante.
Conociendo las chinampas
Al llegar a las chinampas, iniciamos un recorrido por los cultivos. Las chinampas, una antigua técnica agrícola utilizada por los aztecas, son islas flotantes donde se cultivan verduras y hortalizas.
Durante la visita, nos explicaron el proceso y los cuidados que requiere cada cultivo. Pudimos ver lechugas, brócoli, kale y granadas creciendo. Esta parte del recorrido no solo fue educativa, sino también una oportunidad para reconectar con la naturaleza y apreciar las técnicas agrícolas y a sus trabajadores.
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Cena maridada en la chinampa
La cena fue una verdadera delicia, preparada con productos locales y cocineros de la región. El menú incluyó tamalitos de frijoles, una tortita de huauzontle, sopa de milpa y un tamal relleno de pesca del día del lago. Cada platillo fue cuidadosamente maridado con vinos verdejos de Rueda, realzando los sabores y creando una experiencia culinaria inolvidable.
La velada no podía terminar sin historias de terror que añadieron un toque de miedo y curiosidad a la noche. Las leyendas locales, contadas bajo la luz de la luna, por las chicas de Xochimilco a color, crearon una ambiente único mientras regresamos en la oscuridad del lago.
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Esta experiencia fue mucho más que un simple paseo en trajinera, fue un aprendizaje en la cultura y tradiciones locales, una oportunidad para valorar las técnicas agrícolas. Si esta experiencia te llamó la atención, te recomendamos estar al tanto de futuras colaboraciones entre Vinos Rueda y Xochimilco a Color, pues prometieron muchas más sorpresas y aventuras.
IG: @ruedawines_mx / @xochimilco_acolor