En el mundo de la repostería existen pequeños tesoros que han conquistado paladares a lo largo de los años. Entre ellos se encuentran los scones. Se trata de unos panecillos dulces y crujientes que se han convertido en un símbolo de la cultura gastronómica británica, que han traspasado fronteras para deleitar a personas de todo el mundo. Aquí te contamos sobre su origen, así como la forma correcta de disfrutarlos y acompañarlos.
Por: Desiree Perea
La leyenda que inspiró los scones
La versatilidad de los scones ha permitido la creación de una amplia variedad de recetas y sabores. Desde los clásicos scones ingleses con pasas o arándanos, hasta las versiones americanas con queso cheddar y tocino. Son una elección preferida para acompañar el huevo frito en el desayuno. Sin embargo, su origen se encuentra en la panadería dulce, pues fue un panadero quien buscó replicar la forma de una pieza divina que se heredó durante muchos años entre diferentes localidades.
Te podría interesar: 5 recetas de postres con whisky que puedes preparar en casa
Conocida como ‘la piedra del destino’, este objeto se consideraba sagrado, por lo que no muchos corrieron con la suerte de poder apreciarla.
Dicho panadero decidió rendirle homenaje, preparando un bollo denso pequeño con una forma similar y decidió nombrarlo scone. Por obvias razones, en ese momento no se conocía de manera popular. De hecho, fue hasta el siglo XIX que se incluyeron dentro de los alimentos predilectos para acompañar la hora del té.
Incluso, hay relatos que presentan a los scones como los favoritos de la reina Isabel. Quien los solicitaba, siempre lo hacía con su respectiva porción de crema espesa y mermelada de fresa. Este panecillo se prepara únicamente con harina, leche, polvo para hornear, huevo, mantequilla y un poco de azúcar (o sal, si se prefiere para platillos salados). Tiene una textura suave al interior y es crujiente por fuera.
Te podría interesar: ¿Qué es la masa quebrada y cómo hacer postres con ella?
Todo un ritual para disfrutarlos correctamente
La hora del té en Reino Unido es un momento del día que no se toma a la ligera. Si bien es un tema cultura, siempre es bueno conocer sobre las prácticas y costumbres relacionadas con la gastronomía. Así es posible disfrutar de momentos diferentes en casa, gracias al intercambio cultural. Si eres amante de esta bebida caliente, es posible acompañar con alimentos salados o dulces. En este caso, los scones son por excelencia la elección dulce favorita.
Te podría interesar desde Cocina Vital: Mermelada de guayaba con chipotle
Centrándonos en la combinación más popular, que consta de crema espesa y mermelada de fresa, existen dos formas de preparar los scones. En primer lugar, tenemos el método Devon, el cual especifica que primero se unta la crema en ambas superficies del scone. Posteriormente se agrega la mermelada. Por otro lado tenemos el método Cornish, el cual cambia el orden de los untables, es decir, primero la mermelada y al final una buena capa de crema espesa.
Realmente es cuestión de gustos y tradición familiar. Además, actualmente no son los únicos ingredientes con los que se pueden acompañar los scones. Al popularizarse alrededor del mundo, ahora es posible untar el pan con crema de avellanas, leche condensada, mermeladas de otras frutas y hasta cajeta. Y si no eres amante del té, son una excelente opción para disfrutar a tu gusto en el desayuno o la cena.
