Dentro de las múltiples herramientas y técnicas en el mundo de la gastronomía, existen algunos que muchas veces pasan desapercibidos; incluso sin son clave en postres tan conocidos como la gelatina o las gomitas. La textura elástica presente en dichas preparaciones, podemos agradecerla a nada más y nada menos que, la grenetina. Vale la pena conocer este elemento a profundidad, pues su presencia dentro de la industria alimentaria, va más allá de simplemente aportar firmeza.
Por: Desiree Perea
¿De qué está hecha realmente la grenetina?
También conocida como gelatina sin sabor, la grenetina es un ingrediente de origen animal; un factor que muchas veces se ha encargado de manchar su reputación. Se deriva del colágeno, una proteína fibrosa que se encuentra principalmente en:
- Piel
- Huesos
- Tendones
Estas partes obtenidas del cuerpo de reses y cerdos, se someten a distintos procesos con el objetivo de obtener un producto concentrado. Suele presentarse pulverizando o en bloques frescos. Su composición es realmente compleja; y gracias a su capacidad gelificante, se ha ganado un lugar importante principalmente dentro de la cocina dulce.
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Muchas veces, se menciona que la grenetina está hecha a partir de los desechos de los animales. Sin embargo, se requiere de un proceso especial de selección para lograr extraer la mayor parte del colágeno. De esta manera, entonces es posible que su uso sea efectivo.
Propiedades que la han hecho favorita en la industria alimentaria
Este ingrediente se ha utilizado durante siglos en la cocina y la industria alimentaria. ¿La razón? Debido a su capacidad para espesar, estabilizar y dar estructura a diversas preparaciones. Si bien la gelatina es la aplicación más icónica de la grenetina, este no es su único uso. Por ejemplo, funciona para dar elasticidad a dulces como las gomitas o los malvavicos. Aquí se agrega una porción mayor, pues mientras se mezcle una mayor cantidad, la solidez es mayor.
Por otro lado, también se ha convertido en un aliado para mejorar la consistencia de preparaciones líquidas. En el caso de salsas y cremas, la grenetina ayuda a que todos los elementos se mezclen de manera uniforme. Mientras que en la preparación del yogurt o el helado, permite lograr una producto final espeso y cremoso.

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Es importante mencionar que dominar un ingrediente como la grenetina, requiere de atención durante todo el proceso. Para incorporarla a las preparaciones, sí o sí se requiere de cambios de temperatura. Cuando se cuenta con este producto en su versión en polvo, el primer paso es hidratar con agua fría. Sus partículas se, formando una especie de gel granulado.
Posteriormente, debe calentarse por unos segundos en el microondas o con la técnica de ‘baño María’. Al aplicar calor, se obtiene un líquido ligeramente espeso que entonces, se puede incorporar a las preparaciones. Es importante hacer el proceso con cuidado pero rápido; una vez que la grenetina se vuelve líquida, se vuelve solidificar en minutos.
Aunque su presentación puede parecer simple, la grenetina se ha convertido en una herramienta popular dentro del universo culinario. Su versatilidad la convierte en un elemento clave para lograr texturas específicas que no podrían obtenerse con otras alternativas.