En México, la jamaica se ha convertido en un ingrediente natural que prácticamente tiene un lugar reservado en la despensa. A partir de ella, es posible elaborar un líquido concentrado que se puede aprovechar en un sinfín de preparaciones. El agua de jamaica no solo es la única forma en que se aprovecha; la flor en sí misma es utilizada en tés, mermeladas, infusiones y hasta guisados.
Esta versatilidad ha convertido a la jamaica en un ingrediente que se consume todo el año. Esto no quiere decir que tengas que comprarla en repetidas ocasiones; puedes comprar varios kilos una sola vez y almacenarla en casa. Si se hace correctamente, las flores deshidratas se mantienen intactas por más de 1 año.
Por: Desiree Perea
La vida útil de la jamaica puede extenderse hasta por 2 años
Encontrar y llevar a casa la flor de jamaica no es nada complicado. Usualmente se encuentra a granel en mercados, tiendas de especias o supermercados. A partir de ella es posible elaborar agua fresca o infusiones en las cuales, se aprovecha una cantidad pequeña. Mantener sobrantes en casa de esta flor comestible no tiene por qué convertirse en una pesadilla; su almacenamiento no debe tomarse a la ligera, pues esto ayuda a preservar todas sus propiedades, además de que cuida de tu bolsillo.
La clave para su conservación es protegerla de sus principales enemigos: humedad, calor, luz y insectos. La flor de jamaica comúnmente se encuentra seca, este proceso permite que su color, aroma, y sabor se mantenga intacto; de esta manera, el exceso de humedad promueve el crecimiento de moho y hongos. Esta flor sí o sí debe guardarse fuera del refrigerador.
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Aquí, el material aliado para almacenar la jamaica es el vidrio. Es importante escoger aquellas piezas con cierre hermético para evitar la entrada de humedad, polvo e insectos. Por otro lado, también es importante escoger el lugar adecuado, pues la luz es un factor que termina por degradar los antioxidantes que contiene la jamaica. Asegúrate de hacerle un espacio dentro de la despensa, alejado de ventanas. Tomar decisiones inteligentes ayuda en gran parte a que esta flor puede utilizarse sin problema hasta 2 años después de haberla comprado.
Una flor comestible que merece un lugar en casa
Almacenar jamaica no tiene por qué convertirse en una pesadilla. Aunque son varios elementos los involucrados, el proceso vale por completo la pena. Tener en casa siempre disponible esta flor permite sorprender con recetas realmente interesantes. Las infusiones durante esta temporada se convierten en la bebida favorita; pero una vez lista, es posible elaborar jaleas, salsas o marinados.
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Los productos naturales deben apreciarse y cuidarse al máximo. Al no contener elementos químicos o artificiales, se vuelven realmente vulnerables. En el caso de la flor de jamaica, su versatilidad suma muchos puntos a su favor. Poner atención al proceso de almacenamiento ayuda en gran medida a reducir los desperdicios en casa, al mismo tiempo que cuida de tu económica. No sacrifiques el color o sabor de una flor comestible única.
