El pan es un alimento básico en muchas culturas y hogares. Su textura, aroma y sabor lo convierten en un acompañante ideal para todo tipo de comidas. Sin embargo, una de las mayores preocupaciones al comprarlo es su conservación. Muchas veces, después de un día o dos, el pan comienza a endurecerse, pierde su suavidad y lo más fácil es simplemente tirarlo a la basura. Aprender a guardar el pan correctamente en casa no debe tomarse a la ligera, y aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
Por: Desiree Perea
El método infalible para guardar el pan y que no se arruine
El aroma que sale de las panaderías hace casi imposible no pararse y comprar una pieza recién horneada para llevar a casa. La oferta es realmente amplia, donde cada forma ya se reconoce por su uso. Sin importar si eliges llevar bolillo, baguettes, teleras, entre otros, guardar el pan correctamente es vital para disfrutarlo incluso después de dos o tres días.
Una de las formas más utilizadas para mantener la frescura del pan es envolviéndolo con un trapo de tela. Ayuda a protegerlo del aire y a mantener cierta humedad. Es importante asegurarse de que el paño esté limpio y seco para evitar la contaminación.
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Por otro lado, si compraste el pan por la mañana y no vas a consumirlo hasta la comida o la cena, entonces puedes dejar dentro de una bolsa de papel. Permite que circule algo de aire, lo que ayuda a mantener la corteza crujiente y evita la acumulación excesiva de humedad que podría favorecer el crecimiento de moho.
En el caso del pan de caja o los bolillos, que suelen ser panes más suaves, entonces lo ideal son las bolsas de plástico o el plástico film. Incluso puedes optar por papel aluminio, estos materiales ayudan a mantener la humedad por algunos días. Para cualquiera de estas opciones, el pan debe mantenerse a temperatura ambiente.
Finalmente, si tienes pan duro en casa sin señales de moho, desecharlo no tiene que ser la primer opción. Puedes aprovecharlo en postres como budines. También puedes convertirlo en pan molido con ayuda de un procesador de alimentos. Aunque no es ideal que este pase, estas soluciones pueden ayudarte a reducir los desperdicios de comida en casa.
Refrigerarlo no es una buena decisión
Es importante aprender la diferencia entre refrigeración y congelación; este último método sí es adecuado para el pan. Funciona sobretodo cuando se busca guardar el pan por más tiempo; puede mantenerse en buen estado hasta por 3 meses. Sin embargo, recurrir al refrigerador solo provocará que el pan se endurezca rápidamente, incluso más rápido que si se deja a temperatura ambiente.

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Además, el pan es un alimento delicado que pierde humedad rápidamente; al someterlo a una temperatura menor, la poca agua que aún mantiene desaparece de inmediato. Y por si fuera poco, su estructura permite que los olores se impregnen fácilmente en él. ¿Lo mejor? Mantenlo alejado del refrigerador.
Guardar el pan correctamente puede hacer una gran diferencia en su frescura y duración. Dependiendo del tipo de pan y el tiempo que planeas conservarlo, puedes optar por bolsas de tela, cajas para pan, envolturas plásticas o incluso congelación. Eso sí, lo mejor siempre es comprar sólo la piezas necesarias y consumirlas lo antes posible. No hay nada mejor que un pan recién horneado, suave por dentro y crujiente en el exterior.