El año que comienza es una excelente oportunidad para plantearte nuevas metas gastronómicas. Quizá se trata de algún platillo que quieres probar, o esa receta que lleva demasiado tiempo eludiéndote y que por fin vas a dominar. En Gourmet de México tenemos algunas sugerencias para hacer de este 2020 un auténtico orgullo culinario.
Por Michelle López – @Mich_Lv
Apoyar más a productores locales
Puede ser que ir a supermercados o cadenas grandes a simple vista parezca más cómodo; sin embargo, los productores de comunidades mexicanas necesitan nuestro apoyo. Cuando te acercas a la cuna de los productos, casi invariablemente hallarás mejor calidad y mejores precios, además de que tienes la certeza de que estás beneficiando directamente a quien trabajó. Un buen propósito de año es dar tu apoyo a productores minoristas.
Explorar el origen de tu alimento favorito
Si eres apasionado del café, mezcal, tequila, ¡cualquier cosa!, este año puedes ir hasta las raíces mismas de su preparación. Visita un viñedo, cafetal, o invernadero y aprende todos los detalles del sabor que más amas. Probablemente encontrarás mezclas y derivados que no imaginaste posibles, y la próxima vez que tomes un sorbo o bocado será aún más especial porque conoces su historia y el camino que ha recorrido para llegar a ti.
Enseñar a cocinar a un amigo
¿Recuerdas esa época en la que hasta el agua se te quemaba? Dominar el arte culinario no es cosa sencilla; el aprendizaje total es una aventura que nunca termina del todo. Tal vez aprendiste de alguien en tu familia, de algunos libros de recetas, o incluso que te hayas formado con videos de YouTube. Es momento de continuar el legado y llevar luz a la vida de otra persona. Pocas conexiones son tan especiales como las que se forman en la cocina, por lo que además de cambiarle la vida su amistad entera se transformará para bien. Que tu propósito de 2018 sea mostrarle a alguien las maravillas de la cocina.
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Probar la gastronomía totalmente local de otro país
Al viajar es fácil dejarse convencer por el restaurant del hotel o las áreas típicamente turísticas de la región. Esto tiene dos grandes desventajas: primero, los precios serán estratosféricos, y segundo, la comida que pruebes estará adaptada a los gustos internacionales, por lo que su autenticidad no será absoluta. Sal de la zona de confort y explora el barrio, colonia, o distrito más común del lugar que estés visitando, un sitio que sólo los lugareños visiten. Ahí encontrarás el verdadero sabor de la localidad y la gastronomía en su estado más puro.
Probar un platillo que siempre te haya intimidado
Si hay algo que no se vale tener en 2018, es miedo. ¿Te han dicho que pica mucho? Pruébalo. ¿Está hecho con algún ingrediente impronunciable que ni siquiera puedes visualizar en tu cabeza? Pruébalo. Es cuando se corren riesgos en la cocina cuando se producen los resultados más extraordinarios.
Hacer un platillo sin seguir totalmente la receta
Por supuesto, no nos referimos a causar un apocalipsis culinario. Más bien, se trata de liberarse de las medidas y cantidades estrictas. Confía en tu intuición para equilibrar el sabor de tu platillo, más allá de si la receta demanda ciertos gramos o cucharadas. Una pizca, un puñito, un toque, marcan toda la diferencia.
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