La oferta culinaria de la Ciudad de México es interminable. Con la crisis que trajo aparejada la pandemia, desafortunadamente muchos establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas definitivamente. No obstante, muchos más vieron la luz y eso es algo digno de festejarse y reconocerse.
Ese fue el caso de Módena, un restaurante de sabores italianos que abrió hace no mucho en la colonia Roma.
Por Ollin Velasco.
El lugar invita a quedarse, desde el momento de llegar. Cuenta con algunas mesas, bastante separadas, en el interior, y con varias al aire libre, sobre la acera. Se encuentra en una zona tranquila de la colonia, así que la comida puede extenderse todo lo que prefieras.
Su carta es pequeña, pero suficiente. La pizza es uno de sus estandartes principales y se entiende por qué: son de pan muy delgado, con salsa clásica italiana –perfumada, pero muy sutilmente– e ingredientes para todos los gustos.
Nosotros probamos la pizza Tramonto –con salami, pepperoni, salchicha italiana, aceituna negra y chile cuaresmeño– y la vegetariana –de pimiento morrón, mozzarella fresco, cebolla morada, aceituna negra y champiñones–. Sin embargo, la Beata es la especialidad de la casa, ya que tiene una salsa especial hecha con queso provolone, pera, dátiles, jamón serrano, nuez e infusión de miel.
Pero las pastas de Módena son cosa aparte. Puedes escoger entre la de cuatro quesos, al pesto y putanesca, aunque nuestra favorita fue la carbonara.
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Para beber
Un gran plan es sentarte a la mesa y probar la comida con cervezas frías. Pero también tienen una cava surtida con vinos mexicanos e internacionales.
Te sugerimos acomodarte en cualquiera de sus mesas al aire libre y ver cómo discurre la vida cotidiana en la colonia Roma, mientras te llevas a la boca un trozo delgadito de pizza, una ensalada o el postre de higos al horno.
Del lado de la cocina, y hacia la calle, tienen una ventanita con una mesa alta desde donde puedes ver cómo preparan tu orden y te la hacen llegar directamente. Esa es la experiencia completa.