Ante el desabasto de cerveza industrializada, los cerveceros artesanales tienen su oportunidad de brillar, y más porque, en esta coyuntura, los consumidores están dispuestos a pagar tres, cuatro, o hasta cinco veces más con tal de tener el fermentado. Entonces, ¿por qué no beber lo local, lo producido por una industria creativa y solidaria?
Jessica Martínez, propietaria y maestra cervecera de Cervecería Malteza, nos contó cuáles han sido las iniciativas de los cerveceros artesanales ante la pandemia: los productores de Querétaro, por ejemplo, se unieron para armar cajas con chelas de todos y entregarlas a domicilio. El primer mes vendieron como 40 cajas.
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Otros han tenido que diversificar su oferta; algunos venden hasta abarrotes a domicilio para sobrevivir, como la cervecería Monstruo de Agua.
Un caso que me llamó mucho la atención fue el del propietario de Casa Cervecera Bolívar, El gallito inglés y Modelorama VIP en Chihuahua. Él tiene tres locales y muchísima gente que depende de ellos, entonces, ante el desabasto, empujó el consumo de la chela artesanal. Le fue tan bien que ya casi se terminó lo producido en Chihuahua.
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Algunos otros han hecho alianzas con restaurantes o servicios de banquetes, como Cervecería Madrina: envían comida y cervezas y así se apoyan entre todos.
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“Ahora, lo importante es aprovechar la difusión que le estamos dando a la cultura cervecera. Para quienes no consumen artesanal el costo siempre ha sido un problema, pero ahora vemos que no lo es tanto porque la gente puede pagar hasta cinco veces más con tal de tener una chela.”
Jessica, así como muchos otros cerveceros independientes, ha tenido que ser creativa para sobrevivir a esta pandemia. Una de sus iniciativas es un teatro en casa, que se llevará a cabo los fines de semana; la idea es que, con la compra de las cervezas, se dará también acceso al streaming de la obra.
“Para sobrevivir, es obligatorio reformular el modelo de negocio y caminar junto con otros cerveceros, restaurantes o hacer alguna labor social; diversificar la oferta, ampliar nuestro panorama y nuestro mercado objetivo. Y es urgente hacerlo ya: todos están buscando beber cerveza. A nosotros nos toca difundir la cultura cervecera pero con un enfoque renovado.”, explicó Martínez.
Ahora, como consumidores, nos toca entender que sí hay chela, a lo mejor es un poquito más costosa, pero quizá podemos decidir comprar calidad, y no cantidad. ¡Salud!
